Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

787

Capítulo 787

Una vez llegados en la Villa Serenidad, Elia consoló a los niños por un rato hasta que se durmieron.

Cerró la puerta de sus habitaciones con delicadeza y volvió a su cuarto. Una vez allí, sacó su celular, abrió el contacto de Sergio y consideró llamarlo, con los dedos temblorosos.

Estuvo a punto de presionar el botón de llamada cuando se detuvo, estaba insegura y confundida.

Quería llamarlo, principalmente para preguntarle cómo estaba.

Pero temía molestarlo y hacer que pensara demasiado.

¿Era apropiado llamarlo en la situación en que se encontraban?

Parecía que

incluso preocuparse era innecesario.

Elia tomó una profunda bocanada de aire y, finalmente, decidió no llamarlo.

de guardar su celular cuando este sonó de repente. El estridente timbre sacudió a

después de un momento

médicos me sacaron los fragmentos de vidrio, es solo una

parecía que hubiera sufrido una herida

relajarse y dijo: “Me alegra que estés bien, ¿y qué tal los otros dos trabajadores que fueron llevados

Elia preguntó con una pizca de

Sergio contestó.

se desplomaron al instante, llenándola de

de alguien, maridos de alguien, o padres de

más tendrían que sufrir la pérdida de

cautela, y con el dolor apretándole el pecho: “¿Cómo

lo sé, la policía está inve

a Elia y decirle que estaba bien. No

el nombre de Sergio todavía estaba en la pantalla. Su visión comenzó a nublarse y el nombre en

y, con las manos temblorosas, borró el número de

suficiente, no había necesidad de mantener el contacto. Si

vida, no debía interrumpirlo en ese proceso.

su vida, sin mezclar a Sergio en