Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 791

Vicente preparó dos tazas de café en la barra, se acercó a Elia y le pasó una.

Elia, sorprendida y agradecida, aceptó rápidamente el café de sus manos: “Gracias, señor.”

Hacer café era algo que usualmente hacía la secretaria, ¡Pero el jefe lo había preparado para ella personalmente!

Elia se sentía nerviosa y confundida, sin entender qué estaba sucediendo.

“Siéntate, no te quedes parada.” Vicente se sentó en el sofá del área de recepción e hizo un gesto para que Elia también se sentara.

Elia se acercó y se sentó frente a él, su mente estaba hecho un torbellino de pensamientos, preguntándose por qué Vicente la había llamado.

“Señor Fuentes, ¿hay alguna tarea que necesite que haga?” Preguntó Elia, tomando la

iniciativa.

“No te pongas nerviosa, toma un sorbo de café primero.” Dijo Vicente, después de lo cual

probó el café en sus manos.

Parecía relajado, como si no tuviera nada urgente que hacer.g2

Elia bajó la guardia por un momento, tomó un sorbo de su café, saboreándolo, y sonrió: “Está delicioso, nunca imaginé que fuera tan bueno preparando café.”

partir de ahora, serás la única secretaria en la oficina. Tendrás mucho trabajo que hacer, por lo que yo me encargaré de cosas

tu salario.”

sorpresa y preguntó: “¿Sólo yo?

por el momento y no podrá volver.” Dijo Vicente. “Le encanta viajar, así que le permití hacerlo durante un tiempo.”

¿Trasladada a África?

parpadeó con sorpresa. ¿Fue idea de Vicente, o

su collar ayer, y al día siguiente fue trasladada. Esos dos eventos

que tenía que ser idea

la respuesta, así que no preguntó.

Capitulo 791

Fuentes, ¿no ha considerado contratar a otra secretaria?” Preguntó Elia. Anteriormente, la oficina del jefe tenía tres secretarias.

sólo quedaba

siempre

era solo que Asier tenía

le resultaba difícil despertarse

Griera que hemos tenido recientemente, tú los negociaste, ¿verdad?” Vicente levantó su

tomó otro

Eh….

las dos negociaciones con Grupo Griera, Elia se sintió avergonzada y

tenía la sensación de que Vicente tenía segundas intenciones, pero no podía

decir nada.

con Asier había sido claramente

te llamé porque tengo una

llegaron al punto.