Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capitulo 808

Capítulo 808

Una ráfága de viento precipitado rozó el brazo de Elia, quien ya había preparado su cuerpo para un dolor agudo.

De repente, ese viento afilado se detuvo y, con él, el dolor anticipado no llegó a su cuerpo. Incluso el espacio pareció detenerse. Elia bajó el brazo, abrió los ojos y vio una figura imponente frente a ella. Era Asier, con su enorme mano, agarraba la pata de la silla que solo estaba a unos centímetros de ella.

Si Asier no la hubiera atrapado, seguramente hubiera tenido un agujero en su brazo

Adela, al ver al hombre que de repente apareció delante de sus ojos, sus ojos feroces se estrecharon de la sorpresa.

Asier apartó la silla con un movimiento, haciendo que Adela tropezara hacia atrás y la silla se cayó al suelo, produciendo un ruido ensordecedor.

Los ojos profundos y fríos de Asier la miraron severamente y dijo: “¡Entrar a una casa ajena y causar problemas te puede costar por lo menos tres años de prisión!”

“Yo..” Adela se sentía intimidada por el aura poderosa del hombre frente a ella, estaba a punto de decir algo cuando su hija se adelantó y la sostuvo por el brazo, indicándole que no hablara.

Su hija, que también era la hija de Gabriel, se llamaba Liuva Gallardo. Trabajaba en relaciones públicas en una empresa extranjera y comprendía bastante del mundo de los negocios.g2

supuesto, ella reconocía a Asier.

sonrisa complaciente y temerosa en su rostro y le dijo a Asier: “Fue un impulso del momento, no volveremos a

siento…”

Asier la miraron, después la dijo con su voz intimidante. A quien le tienes que pedir

seguida lo que Asier quería decir e inmediatamente se giro hacia Elia para disculparse: “Lo siento, no pude detener a mi madre y ella empezó a causar problemas. Esto no volverá a suceder. No te preocupes, si hay

el aliento, luego dijo. No hace falta, solo váyanse y no

tener más contacto con esa madre e hija y mucho

que hacer cuentas, agregarla a amigos y hacer transferencias. Solo de pensar en eso,

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Adela por el brazo y dándose la

terminara de esa manera, pero Liuva la detuvo y

bajaron las escaleras,

su hija: “¿Por qué te comportaste tan sumisa? ¿Y por qué te disculpaste con esa gente? ¿Por qué deberías disculparte? ¿Olvidaste por qué vinimos aquí

y le dijo con un tono enojado: “Mamá,

estaba furiosa y su respiración

esa

era el hombre que apareció de repente y protegió a Elia?” Preguntó

¿Acaso es el rey del mundo?” Respondió

cubrir el cielo. Si quiere deshacerse de alguien, lo hace con facilidad.”

era aún más guapo, era más noble, más intimidante, más poderoso y aterrador que