Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 882

Al oir eso, Asier frunció el ceño y sus ojos se oscurecieron

¿Amor?

Nunca habia pensado en eso, nunca lo habia considerado cuidadosamente, ni entendia lo que significaba

Solo sabia que, si otro hombre se acercaba a Elia, se sentia molesto. Saber que ella tenía a otro hombre en su corazón le causaba una ira y frustración inexplicables

Queria castigaria severamente.

Cada vez que hacian el amor queria hacerla parte de él, hacerla fundirse en él, para que fuera completamente suya

La necesidad de poseerla se intensificó desde aquella noche hacia cinco años, cuando probó su dulzura

Desde ese momento, solo se intereso por ella

El arama femenino de su cuerpo, su piel suave y delicada, todo parecia grabado en sus huesos. Cada vez que pensaba en su suavidad debajo de

él no podia controlarse y su cuerpo reaccionaba g2

Aun no había tenido suficiente de ella.

de una mujer que no te tiene en su

sus ojos oscuros y profundos y miró a Benjamin. Con un tono de voz grave,

antes dijiste que considerarias casarte

con Elia,

ocultaba casi nada y le dijo: “Quiero darles a mis hijos un hogar completo, y también quiero asumir la responsabilidad

sabia que, en ese mundo, solo su abuelo realmente

pregunto

de sus dientes y dijo solemnemente: “Ella

hombre que amaba

cuanto sufrió ella, lo había visto con

no poder olvidar a Sergio, se enfrentó a él,

debena

drasticamente, su rostro viejo temblo ligeramente y dijo: “Ella, ella es la

el que Faustina se habia enamorado locamente, el

hombre habia causado la ruina de la familia

a dos personas en su vida, una era

estaba muerta pero Gabriel seguia

de Faustina y Aaron no tenia nada que ver directamente con Gabriel, aunque quisieran

indirectamente causo la muerte de Faustina

pero se escondia de la ley Eso era lo que más odiaba, y lo

tosio un pat de reces estaba furoso y desconsolado, su vieja mano temblaba mientras señalalia la

lazos con Ela, nunca la vuelves a ver de nuevo” Bergarten no sabia que Ela era

sabia que ella era la hija