Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 942

Aunque Asier ya se habia vestido, su virilidad fuerte y masculina era intensa y palpable.

Además, Elia aún no se había vestido, ella solo estaba envuelta en una manta.

Sus manos se engancharon al cuello de Asier, y la manta se deslizó accidentalmente…

Elia, sorprendida por haber sido levantada abruptamente, sintió su corazón latir con fuerza. Rápidamente, trató de tomar la manta que se deslizaba, cubriendose a si misma.

Pero era demasiado tarde, Asier ya la habia visto

Sus ojos eran profundos, con un tono apagado, fijos en el perfil de Elia que aún conservaba ligeramente sus rasgos juveniles

Recordando como había sido suavemente tierna la noche anterior, una ola de calor se elevó en el estómago de Asier

Apretó la garganta, y con una voz profunda y magnética, dijo Qué tratas de ocultar? No es como si no lo hubiera visto antes”

Elia no dijo nada g2

Sintió su rostro calentarse al instante. No podia negar la verdad de sus palabras, pero al oirlo decirlas, no pudo evitar sentirse avergonzada

Asier la miro de reojo, y noto que su rostro, que antes era pálido, en ese momento se teñia de un tono rosado. Su tez de porcelana, enrojecida por la verguenza, era tentadora

su cuerpo. Miró hacia adelante y caminó rápidamente hacia el

lavabo. “Sal cuando termines”

bajo la

y la atmósfera opresiva dentro de la habitación se aligeró un

cerro la puerta del baño, temiendo que Asier pudiera volver a

estaba trabada, sus hombros tensos se relajaron

caliente

y el corazón de Elia dio un

haciéndola sentarse

del lavabo, y su mirada se poso en los azulejos de

de entrar al baño, Asier la habia presionado contra la pared. Puso

en el baño, pero su rostro se había puesto rojo como un

el baño, podria evitar

de los recuerdos intensos de la noche anterior. Cada vez que veía algo, recordaba

parecia aún resonar en sus oidos. Su piel sensible se sentia hormigueante, y su corazón latia con fuerza

los ojos y sacudió la cabeza, tratando de alejar las

le caia desde la cabeza, mojándole el cabello. Las gotas de agua recorrian su rostro y

ojos fuertemente cerrados y dejando que

no podia deshacerse de las imágenes de como Asier la habia