Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 944

Ella no había ido a trabajar todo el dia y no había pedido permiso a Vicente.

La última vez, le habia prometido a Vicente que nunca faltaria al trabajo y que, si habia algún problema, le avisaría con anticipación.

Pero había faltado a su palabra

No queria hacerlo, pero realmente no tenía control sobre la situación.

Elia dejo sus utensilios de comida y deslizó el botón para contestar “Señor, déjame explicarte”

Elia quena tomar la iniciativa y explicar la situación antes de que Vicente se enfadara

No había terminado de hablar cuando la risueña broma de Vicente llegó a sus oídos “Entiendo, estás en la etapa de enamoramiento con Asier, es normal que no puedas controlarte…”

Elia no supo que responderle g2

Su rostro se puso caliente, estaba muy avergonzada, deseaba poder esconderse en un agujero

¿Cómo era que Vicente lo sabia todo? Sin embargo, había algo que habia entendido mal. No habia ninguna relación romántica entre ella y Asier, por lo que no podia haber una etapa de enamoramiento.

para no venir, todavia puedo pedir permiso?” Elia, ocultando su vergüenza, intentó hablar con él de

como permiso no se consideraria como ausencia y no se le descontaria el salario.

es muy tarde. Vicente se rio y continuo: “Compensa la falta de trabajo con horas extras esta noche.”

Elia

de televisión quiere realizar una entrevista especial para promocionar Grupo Fuentes. Durante el día, los periodistas ya

Vicente

parecia bromista y le gustaba hacer chistes, pero cuando entraba en modo de trabajo, era muy serio y comprometido

a pesar de todas las

todos de esa forma, Vicente era uno de ellos,

nunca dejaba que

ponia el trabajo en primer lugar y, por el bien de sus intereses, incluso

rigurosa de Vicente hacia el trabajo. Como su empleada, ya era culpable por haberse ausentado

a la empresa después de cenar.” Elia

no hay prisa Despues de decir eso,

la fatiga de su

iba a trabajar, debía cambiarse a

blanco y negro. La blusa de manga corta con cuello podia cubrir perfectamente las marcas de besos en su cuello que aún no habían desaparecido.

llegaba justo a la

cuando estaba a punto de salir, Fabio trajo