Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1005

Su corazón latia con intensidad. Esto no podia ser peor; Iria eligió el momento menos oportuno para confundirse, justo en frente a Asier, de todos los momentos posibles. Corria el riesgo de que él descubriera algo, podria descubrir sus intenciones y su plan para borrar el video podria enfrentar obstáculos imprevistos.

Iria miró a Joel por un momento, notando cómo la seriedad invadía su expresión cuando parpadeaba. Luego, giró su mirada hacia Abel, viendo cómo su hermano fruncia el ceño con una inocencia infantil y un rostro lleno de nerviosismo.

Iria no podia entender por qué todos tenían expresiones tan graves, haciéndola sentir más inquieta.

Con una mirada inocente, se giró hacia Iria con ganas de preguntarle qué pasaba exactamente. ¿Habia hecho algo mal?

Al alzar su vista, se encontró con el rostro frio y apuesto de Asier, rodeado por un aura intimidante y severa.

Los ojos brillantes de Iria se abrieron de par en par y parpadeo, sus largas pestañas aleteando como mariposas, y solo entonces comenzó a darse cuenta de lo ocurrido.

Habia prometido a su madre mantener el secreto y no dejar que su padre supiera que Abel estaba ayudando a su madre.

Y ella, sin pensar, había hablado de más.

Al encontrarse con la mirada escrutadora de Asier, Iria aclaró con su voz tierna y melosa: “Papá, no he dicho nada, no he dicho que mamá con su edad todavia no sabe usar la computadora y necesita la ayuda de mi hermano con el trabajo. No has oido nada.“g2

sus manitas rechonchas, como si demostrara que podía mantener un

palabras, llevándose una

sido astuta al confundir los pensamientos de Iria, el secreto habría

se quedó en

habia dado la impresión de que estaba revelando el secreto sin querer. Afortunadamente. ella no recordaba lo que su madre le había pedido que mantuviera

confundida y no había

y confundida era encantadora.

de Asier comenzó

ojos profundos se dirigieron hacia Elia, quien justo había soltado un suspiro de alivio, pero al volver en su se encontró con la mirada imponente de Asier, y su corazón se tensó de nuevo.

grave de Asier resonó: “Primero llevaremos a los niños de vuelta

asintió rápidamente y dijo “Claro,

de Abel para llevarlo a su coche, pero

sintió un escalofrio y, al levantar la mirada, se

subirán al mio, dijo Asier de manera concluyente

Abel protestó con su pequeña cabeza en alto y sus ojos inocentes

en mi coche. ¿Acaso no está tu mamá

enseñarle sobre el software. Abel dijo la última parte con menos

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