Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1020

“Entonces, simplemente piensas obsequiármela?” El aura ardiente de Asier se tornó gélida en un instante, como una nevada en la montaña, gélida hasta los huesos.

La luz que bullia en sus ojos pasó de un calor abrasador a un frio cortante, y sus manos, que acariciaban su rostro, se tensaron inconscientemente, marcando las venas en el dorso

Elia, al escuchar su voz ronca y fría, se tensó por completo, poniéndose rigida

Tragó saliva y dijo ¿Y si te cansas de mi? Es mejor favorecer a una hermana que a un extraño. ¿no te parece?” “¡Ese es tu juego Asier apretó los dientes, la ira llameante salian por sus ojos, su cuerpo se calentaba cada vez más, casi al punto de incinerar a ambos.

“Yo elijo a mis mujeres desde cuando te tocó a ti decidir? ¡Ahora sabrás si estoy harto de ti o no!”

Cada palabra de Asier parecia salir forzada entre sus dientes.

Al terminar de hablar, besó fieramente los labios de Elia.

“¡Mmm. “Elia se quedó sin aliento, intentó resistirse, pero Asier la inmovilizó en la cama, sin dejarla moverse ni un milimetro.g2

Su beso era feroz, como un torbellino, arrebatándole el aliento y la razón.

pesado y poderoso de Asier se mezclaba con su ira, recorriendo su sangre y

Elia latia cada vez más rápido, hasta el punto de sentir pánico y

habia besado con tanta fuerza, con una dominación tan feroz,

a través de su aliento.

masculina impregnara cada rincón de su

de su cuerpo

labios hinchados y adormecidos por su furia, Elia solo podia abrir los

incapaz de moverse

fue hasta que se quedó sin aire y estuvo a punto

Elia respiró profundamente, abriendo la boca para recuperar el aliento.

débil que, incluso si Asier no estuviera

estuviera borracho, miraba desde

de su rostro a su cuello, deteniéndose finalmente en los botones de su ropa.

“Voy a bajar a

mirada oscura fija en ella No siempre llevas contigo pastillas anticonceptivas

su madre y Asses dess kalend.

No

que Asier

de Elia Asier estaba furioso y baju ei e droga su mirada se volvia