Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1041

Tras sortear las cámaras de seguridad hackeadas por diez programadores, revisar y comparar las grabaciones, Asier finalmente logró seguir el rastro del estruendoso ruido hasta el Aeropuerto de la Capital.

Se dirigió al aeropuerto con su equipo a toda prisa.

Peinaron el aeropuerto buscando a cada pasajero que iba y venía

La presencia de Asier era impresionante y la tensión era palpable, causando que el corazón de los viajeros latiera con inquietud.

En apenas diez minutos, habian revisado a todas las personas que

No encontraron ni rastro de Elia ni de los niños.

circulaban por alli

El rostro de Asier era un poema de seriedad y frialdad, su cuerpo ardía con una mezcla de calor y furia a punto de explotar como un volcán, arrasando con todo a su paso.

“¡Chequeen la información de todos los vuelos que han despegado en los últimos veinte minutos!” ordenó Asier con voz gélida.

Pronto, le reportaron los datos de todos los vuelos que habian despegado en ese lapso de tiempo.g2

Habia tres aviones en total: uno con destino a M, otro a Y y uno más a W.

solo

estén atentos a los pasajeros. Si descubren un vuelo con

se apresuró a cumplir la

miraba el paisaje desde lo alto y se

podria escapar de todo y vivir una vida sencilla y libre.

estado cerca de Elia, y lo más avanzado en transporte que habian probado hasta

era el tren

helicóptero ya los había llenado de curiosidad y

aún más alto, el paisaje era completamente diferente, lleno de asombro y novedad

a Elia, pegándose a la ventana para observar las

mirado hacia arriba para ver el cielo

hacia abajo para ver las nubes, como si estuvieran volando

un huevo, ¡qué divertido!” exclamó Iria, apretando su carita contra cristal de la ventana

yo también quiero verlo“, dijo Joel, apresurándose a ver lo

los pequeños disfrutaban Si ellos estaban felices, ella también lo estaba, ya que era su primera vez en

también fruta,” preguntó la azafata, empujando el carrito por el pasillo

acomodo a los niños en

de la azafata, Elia se sintió un poco incómoda y preguntó: “¿Cuánto

la aerolínea, estamos para servirle mejor,” respondió la azafata con una