Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1083

En el reservado de Sabor Buendia no había cámaras de seguridad, asi que era imposible ver qué hacían alli dentro.

Sin embargo, las cámaras mostraban que cuando Elia salia del reservado, se veía abatida, como si estuviera descontenta, pero su ropa estaba en orden, no tenía una expresión de pánico en su rostro y llevaba unos documentos en la mano.

¡Levaba en mano el contrato de la casa que Sergio le había dejado a Elia!

Después de dejar el restaurante, Elia tomó un taxi y se fue.

Dos minutos más tarde, Ramiro salió del reservado y se marchó directamente del restaurante.

Según las cámaras, no había nada sospechoso. En el reservado, Elia y Ramiro no habrían tenido tiempo para algo más intimo, ¿qué podían hacer en apenas diez minutos?

El dia que Elia fue a ver a Ramiro, probablemente fue solo porque él quería darle la casa que Sergio había dejado para ella.

Y justo esa misma noche, Elia y su madre se mudaron a la villa, y Elia incluso compró pastillas anticonceptivas, ¡tomando tres!

Ese día él descubrió las pastillas anticonceptivas en el cajón; ella le había mentido, diciendo que las compraba para estar preparada en caso de que él se presentara inesperadamente.g2

las pastillas, ¿por

tenia algún motivo oculto? O tal vez, ¡las pastillas

se sumió

Elia estaba en la villa, sino también Rosalinda, que ya estaba durmiendo cuando él llegó.

posible que esas tres pastillas anticonceptivas las hubiera tomado

estaba casada y no tenia amigos del sexo opuesto cercanos, ¿por qué tomaría pastillas

un aura fría alrededor, Asier sacó su móvil con la intención de llamar a Bruno.

que ese dia había enviado a Bruno a África; probablemente ya estaría

y dijo: “Investiga quién entró y salió de Barrio Santa

misma noche cuando Elia recibió la villa de Sergio y se

Sr. Griera,” respondió el jefe

de Abel, apagó el equipo y salió de

ordenadamente en el sofá, con sus piernitas colgando y

oir que Asier abría la puerta, ocho ojitos inocentes se volvieron hacia él, como si fueran pequeños pingüinos alineados, inclinando la cabeza al unisono

Capitulo 1083

su cabecita para preguntar. “Papá, ¿cuándo saldrá mamá

el sofá. Al captar su mirada, Abel

timidamente.