Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1086

Gabriel la miró con esa euforia desbordante y supo que algo grande estaba ocurriendo.

Parecía que entre Liuva y Asier realmente había esperanzas.

Los ojos

de Gabriel se iluminaron de curiosidad y dijo: “¿Hasta dónde han llegado?”

Preguntó con ansias.

Al ver la mirada impaciente de Gabriel, Liuva se sintió aún más irritada. Recordar cómo la noche anterior habia intentado seducir a Asier sin éxito y terminó en los brazos de un hombre mayor la enfurecia.

Cuanto más intentaba olvidar ese incidente, más lo mencionaban sus padres.

El ya tenso ánimo de Liuva se encendió de nuevo, y con un suspiro agitado, empujó a Gabriel dijo: “Sal de aqui, necesito descansar!”

se puso de pie y al ver que Liuva evitaba

dijo a Liuva: “¿Qué pasa, ahora hasta a tu padre le ocultas cosas? ¿Acaso te crees una reina por subirte al palo y quieres deshacerte

ya se había quitado los zapatos y estaba bajo las sábanas. Se descubrió irritada al oir las palabras venenosas de Gabriel, tenia los ojos brillantes por las lágrimas mientras le echaba una mirada

tanto en tu hija, búscala a ella! ¡Al parecer lo que ella dice va a misa para ti! Si

acercamiento a Asier para sacar provecho, no

ni la humillación que

un torbellino de

ver esos ojos llenos de lágrimas que no mostraban

vez algo desagradable le

al borde de la cama y

se secó las lágrimas que caían de su rostro y dijo: “No, solo que aún no so mujer

su honor, si sus padres lo descubrían, solo recibir más críticas por la torpeza que

tragarse su frustración.

habrá más oportunidades. No te pongas triste.” Gabriel trató de consolarla y, tras una breve pausa, le dijo con cuidado: “Ha ocurrido algo grave en casa,

otro lado. “¿Acaso no es normal que discutan? No veo nada