Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

cupación.

Capítulo 1164

Elia miró la pierna de Asier y luego lo miró a él directamente..

En aquellos ojos azules, claramente se reflejaba preocupación y nerviosismo.

Asier se dio cuenta de lo que ella pensaba y explicó: “Es solo una herida superficial, nada serio,”

A pesar de que él restaba importancia al asunto, Elia vio un gran trozo de piel quemada en su pantorrilla. Algunas ampollas se habian roto y el líquido sanguinolento brotaba de su pie, presentando una visión bastante impactante.

El sin duda se habia quemado tratando de salvarla.

El corazón de Elia se apreto, sintiéndose culpable y preocupada,

Después de usar el baño, se levantó y cuando Asier intentó abrazarla para ayudarla, ella se apresuro a caminar hacia la puerta, evitando su abrazo,

Habia llegado alli sin previo aviso, cargada en brazos por Asier.

Ahora, al salir del baño, definitivamente no iba a permitir que la cargara; necesitaba oxigeno, no era ella quien tenia la pierna herida.g2 ¿Cómo iba a permitir que Asier, con la pierna lesionada, la cargara?

con paso firme, Asier no insistió más, simplemente llevó

nuevo, indicándole con la mirada a Asier que dejara

de su cama y la miró

ansiosamente el tanque de oxigeno, que

quedaban cinco minutos

apenas tomar aire, le dijo a Asier con urgencia: “Ve a la enfermeria y trata

irme, nadie se quedaria contigo,

con sorpresa y asombro. En aquel rostro tan hermoso, ella pudo ver una calidez reconfortante en su expresión

aturdida e incrédula.

profundos parecian querer absorberla, Elia se sobresaltó como si despertara

dijo: “Estoy bien, puedo cuidarme sola. Ve y atiende la herida. Si se infecta y te quedas

despreciarias?” preguntó Asier

sensación calida dentro de ella y esa pregunta la dejó aún más desconcertada. Lo miro fijamente y su

la mirada, haciendo que algo extraño brotara y echara raices en

se arraigaba tan profundamente en su corazón que

dijo: “¿Quién soy yo para despreciarte? Solo

pizca de decepción en

y dijo con un