Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1241

Tomo su mano con delicadeza y extendió la palma de Jimena. Con un hisopo empapado en yodo, comenzó a limpiar cuidadosamente la herida en su mano.

Con preocupación, le dijo: “Si te duele, dimelo, seré más suave.”

Jimena, recuperando su tono vivaz, respondió: “Ya lo estás haciendo bastante suave, parece más como una pluma deslizándose por mi mano, no me duele”

Daniel sonrió, alzó la mirada hacia ella y dijo: “Me alegra que no te duela.”

Después de decir eso, bajó la vista y siguió limpiando la palma de su mano.

La mirada de él era seria y concentrada.

Su respiración ligera rozaba la mano de Jimena, casi como si una pluma la acariciara, provocando un leve cosquilleo y un poco de picazón.

Jimena, que hasta ese momento había estado tranquila, comenzó a sentirse incómoda al notar la respiración de él en su mano. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la persona arrodillado frente a ella, sosteniendo su mano y tratándola con tanta ternura, era un hombre.

de una sensación extraña, Queria retirar su mano, pero Daniel estaba concentrado en limpiar las pequeñas heridas que las piedras habian marcado en su

su mano bruscamente, parecería

ligeramente, pero se contuvo y

Daniel siguiera sosteniendo y

cuenta de que Orson había venido corriendo a buscarla. Al verla, estaba a punto de vio

a pero ent

su mano con una expresión de concentración y ternura mientras limpiaba su palma, y Jimena, con la cabeza baja y las mejillas sonrojadas, parecía incómoda

solo existieran el uno

se tragó las palabras que estaba a punto de decir, frunció el ceño, se dio la vuelta y se

silencio.

seguridad para ver en qué dirección habia salido Jimena. Él la habia seguido con la intención

P

encontrarla con

sido Jimena quien

¿cómo podría haber tanta coincidencia que

por Daniel; de otro modo, no lo habria llamado diatamente