Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1364

Elia se esforzaba por contener el miedo y el dolor que se anidaban en su corazón, creyendo que Asier solo estaba dormido.

Si lo llamaba, seguro él despertaria.

Pero por más que lo llamaba, él no reaccionaba.

La mano con la que abrazaba su espalda estaba cubierta de un liquido tibio y espeso. Aunque Elia no había visto qué era, sabía en su corazón que era la sangre de Asier.

Antes de desplomarse, él había estado escupiendo sangre sin cesar.

El rostro de Elia rozó el de él, su piel aún estaba caliente, tan varonil y elástica como siempre.

Con manos temblorosas, Elia levantó la cara de Asier, poniéndolo de frente hacia ella. A través de sus lágrimas borrosas, vio cómo la sangre no dejaba de brotar de la cabeza de Asier, inundando su frente. lisa, sus cejas densas y sus hermosos ojos. La sangre incluso fluía por su nariz hacia su boca.

Esa imagen era como un cuchillo que se clavaba ferozmente en el corazón de Elia, era un dolor tan intenso que le cortaba la respiración. Pero aún se aferraba a la esperanza. Seguía confiando que Asier solo estaba herido, que solo se había desmayado temporalmente, y que se recuperaria.

Con respiración entrecortada y manos temblorosas, Elia buscó el aliento de Asier.g2

La respiración que alguna vez fue profunda y poderosa, ahora era tan débil que casi no existia.

lo peor, las manos de Elia se paralizaron, sus pupilas se dilataron y su cuerpo se congeló. Las lágrimas en sus ojos

más profundo de su ser, como si quisiera despedazarla.

te mueras!

grito de dolor se escapó de lo más profundo de Elia,

cuerpo de Asier, con dificultad se sentó, sosteniendo su cuerpo inerte y lloró sin consuelo, sollozando

cuerpo temblaba, quería buscar su celular para llamar a emergencias, pero temia que, si soltaba a Asier, él perdería ese último hálito de vida.

el dolor era tan insoportable que incluso respirar se

cuerpo estremecido y la mirada perdida, buscaba su celular, pero no tenía idea de

pero un miedo intenso la invadia, temía que al soltarlo,

y gritaba sin fuerzas: “Asier, por favor despierta, si despiertas,

escuchar la explosión,

una vez que la situación se calmo, se reunieron alrededor de la casa de Elia para ver qué ocurría.

un hombre, llorando desconsoladamente,

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Capitulo 1364

los escombros, con su paradero

aldeanos murmuraban

vio a los vecinos y, abrazando el cuerpo aún cálido de Asier, gritó

a llamar, no te preocupes.” Un anciano bondadoso del pueblo intentaba calmar a Elia mientras marcaba el número de emergencias.

voz temblorosa, Ella le dijo: “Gracias, muchas