Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1373

“¡Mamá!” la voz temblorosa y asustada de Iria resonó.

El guardaespaldas la tomó en brazos y salió apresuradamente.

“Uh, uh, mamá…” Inés, asustada, forcejeaba para liberarse.

El guardaespaldas la sujetó firmemente y, junto con el que cargaba a Iria, se dirigió hacia la salida.

Los niños forcejeaban contra los guardaespaldas y sus gritos se iban alejando poco a poco.

Elia, sosteniéndose en su debilidad, intentó seguirlos: ¡Devuélvanme a mis hijos…!”

Apenas habia dado unos pasos cuando un guardaespaldas corpulento le bloqueo el paso. Elia se detuvo, con lágrimas en los ojos miró al hombre que tenía enfrente.

“¡Quitate, déjame ir por mis hijos!” Elia respiraba entrecortadamente.

“Lo siento, Elia, no sigas, es inútil,” le dijo el guardaespaldas.g2

sabía que resistirse al guardaespaldas era inútil. Con lágrimas en los ojos miró hacia Benjamín y suplico: “Por favor, deja que los niños se queden conmigo, yo los traje al

derecho de ser una buena madre,” le dijo Benjamin con expresión

fuerza clara,

tristeza. Sabia que habías hechizado su mente, que estaba completamente obsesionado contigo. Para que pudiera superarlo, hice que surgiera un problema en la empresa en el extranjero para que se fuera a trabajar alli. Se suponía que

y ese es el resultado: jun destino incierto! Tú, mujer viperina, no bastó con que terminaras con

tosió con fuerza,

el Sr. Griera todavía cuenta con usted… Bruno, que sostenía

fallar, él era la única esperanza para

de contactos y su

hondo, esforzándose por reprimir el dolor

ory

también quería manejar las cosas con calma, tampoco quería enojarse, pero la realidad era demasiado cruel. La persona que yacía en la sala de emergencias, en peligro de muerte, era

que había dedicado sus

estar conmovido y

otra

Capitulo 13/3