Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1425

La ternura que apenas comenzaba a asomar en el fondo del corazón de Orson se hundió brutalmente en las profundidades del mar.

Su rostro se ensombreció al ver a Jimena y Daniel juntos.

Con un hilo de esperanza, preguntó: “Ambos viven aquí?”

“Si, ¿hay algún problema?” respondió Jimena sin titubear. Sus ojos, después de un destello de pánico, mostraban una calma resuelta al contestar la pregunta de Orson.

*Señor Salcedo, he oido hablar de usted por Jimena, Es raro que los viejos amigos se encuentren, y justo hoy he comprado ingredientes para hacer un asado, ¿qué tal si se queda a comer con nosotros?” Daniel invitó a Orson con una

sonrisa.

“Ay, mira que el señorito ahora es el vicepresidente del Grupo Salcedo, con mil y un asuntos que atender, está muy ocupado como para quedarse a comer con nosotros,” dijo Jimena con una voz fria, rechazando la oferta en lugar de Orson.

Lo último que queria era que Orson se quedara.

los niños volvieran a casa después? Seria una verdadera batalla campal para ella,

¿Y si los

Jimena apuro a Orson a irse, pero las excusas que usó sonaron en los oldos de Orson con un significado distinto.g2

si Jimena se burlara de él por haber conseguido el puesto de

corazón se sentia punzado por

si el agua salada hubiera penetrado en sus huesos, pesados y amargos.

para cambiar muchas

final Jimena se habla casado

juntos, compartiendo miradas y tonos tipicos de una

dijo que lo de ellos fue un capricho, que era

el indicado para compartir

la familia Salcedo para gastarlo sin medida, pero no permitia que Daniel gastara ni un centavo más de lo necesario,

adecuado para ella,

Orson al pensar que podia empezar de nuevo con Jimena.

despreciaba a Jimena en aquel entonces, y cuán humillado se sentia Orson,ahora.

en su apogeo se convierte en el arrepentimiento de toda una vida.

paga el precio de

mantenia una fachada fría y sarcastica para

trabajo que hacer,” dijo, y con esas palabras, Orson

vio cómo el

alejarse ese Maserati azul grisáceo tan elegante como su propietario,

habría conocido