Capítulo 1446

El doctor Diaz echó un vistazo a la mano que ella apoyaba en la puerta y, con una sonrisa burlona en sus labios, dijo: “¿Cómo piensas resolverlo en tan solo de cinco minutos?”

“Si Elia te prometió que hoy te presentaría a un aprendiz, seguro que cumple su palabra. doctor, tal vez es tu primer día conociendo a Elia y no la conoces bien todavía, pero te puedo asegurar que su carácter es impecable, por favor tenle confianza,” intervino Floria, que había estado observando la escena desde un rincón.

La actitud del doctor Díaz hacia Elia era demasiado severa y exigente. A pesar de ser médico, no tenía derecho a amenazar con no atender a los enfermos para presionar a otra persona.

Esa manera de actuar del doctor Díaz le dejaba a Floria una mala impresión de él como médico.

En su mente, un médico debía ser alguien que curaba y salvaba vidas, desinteresadamente y con valentía.

Nunca había visto a un médico que pusiera tantas condiciones absurdas para atender a un paciente y que amenazara a los familiares del enfermo en caso de que algo no le agradara.

La mirada del doctor Díaz finalmente se posó en Floria, su actitud no mejoró, sino que ahora la evaluaba críticamente: “¿Y tú quién eres? ¿Acaso tienes voz aquí?”

“Yo…” Floria se detuvo en seco, dispuesta a enfrentarse al doctor Díaz. Había sido soldado y su ímpetu era notable, cuando se ponía seria, parecía estar lista para el combate.

viendo que las cosas se ponían feas, rápidamente se interpuso entre ellos y

tratar a Asier y

Elia, respiró hondo y bajó la guardia, desviando la mirada para no tener que seguir enfrentándose a la arrogancia del

dirigió al doctor Díaz y dijo: “No tuve oportunidad de presentársela antes, ella es la persona que quiero que sea su aprendiz. Se llama Floria Saurí, fue soldado por siete años, es muy disciplinada y tiene una gran capacidad de aprendizaje. No querrá tener un aprendiz

tan dura como un hombre alto y fuerte, no es para nada dulce,” comentó el doctor

una

respondió el doctor Díaz sin.rodeos.

ceño: “Te aviso que solo he aceptado ser tu aprendiz, ¡no esperes nada

definitivamente te vaya a

de palabras, Elia se sentía cada vez más agobiada. Aún no había resuelto el asunto con Jimena y ya le

que mezclaba negociación y súplica: “Doctor Díaz, ¿me da cinco minutos? Voy a hacer una llamada y enseguida vengo a explicarle

doctor Díaz la miró de reojo: “Hazla.”

11.38

Capitulo 1440

“Gracias,

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