Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

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Capítulo 1560

Durante años, Jacinta estuvo enfadada con Jimena por no haber escuchado su consejo. Habían acordado con Daniel la fecha de la boda de Jimena, pero ella rechazó a Daniel de manera inesperada. Prefirió enfrentarse a sus padres antes que casarse con él.

Jacinta, frustrada por la decisión de Jimena, no entendía cómo su hija no veía el buen partido que era Daniel: un hombre con un buen trabajo, una familia sencilla, maduro, estable, considerado, cariñoso y hasta dispuesto a hacer las tareas del hogar. Casarse con él solo podía traerle felicidad.

Pero Jimena, por razones que Jacinta no podía comprender, se negó a casarse con Daniel y esa decisión llevó a una fuerte discusión con su madre. Jimena prefería dejar su hogar a casarse con Daniel.

La actitud de Jimena en aquel momento había herido profundamente a Jacinta. Durante los tres años siguientes, aunque Jacinta pensaba a menudo en llamar a su hija, cada vez que estaba a punto de marcar su número, recordaba la decisión firme de Jimena y, frustrada, colgaba el teléfono.

Ahora que sabía la verdadera razón por la que Jimena había rechazado a Daniel, y entendía cuánto había sufrido, Jacinta se sentía a la vez ansiosa y enfadada, pero también llena de compasión.

Ya no podía reprocharle nada a Jimena.

Aunque Jimena no había detallado su sufrimiento, Jacinta, como mujer y madre, sabía muy bien cuán difícil es dar a luz y cuánto sufrimiento conlleva.

cuando Jimena dio a luz sin tener

Y

madre a su lado para cuidarla; todos esos momentos difíciles los

y culpa, y sus ojos se llenaron

bien, no te preocupes.” Jimena, viendo la preocupación en los ojos de su madre, se

“Dime la verdad, en estos tres años, ¿has estado enojada con nosotros? ¿Es por eso que no nos

el apoyo de sus padres.

de aquella frase dicha en un momento

tranquilizar a

tres años, había extrañado a sus padres, pero sabía que había herido sus sentimientos desobedeciéndoles. Si se ponía en contacto con ellos y descubrían que había quedado embarazada

por eso no había intentado

atados y culpables. Jacinta se lamentaba de las palabras duras que le había dicho a

Jacinta brotaron sin control, con el corazón apesadumbrado: “De ahora en adelante, apoyaré cualquier decisión que tomes. No te obligaré

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Jimena no se había atrevido a decirles la verdad,

la niña que había criado con tanto amor y cuidado. ¿Cómo había podido dejar de hablarle solo