Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1596

Al ver la expresión enojada y herida de Belén, Cecilia se dio cuenta de que había dicho algo inapropiado y rápidamente se disculpó: “Lo siento, mamá, no debería haber dicho

eso.”

Belén, con la respiración agitada y una mezcla de enojo y rabia, exclamó: “Soy una inútil, dejé que la hija ilegítima de mi esposo creciera tanto, y ahora hasta mis propios hijos se burlan de mi.”

Lo que Belén decía no eran solo palabras dichas por el calor del momento, sino también el reflejo de su dolor y verdaderos pensamientos.

SUS

Cuando se enteró de que la hija de Maximiliano era Elia, Belén no pudo aceptar la realidad, sintiéndose herida y furiosa.

En su corazón también rechazaba profundamente a Elia, no quería verla.

Porque cada vez que la veía, le recordaba que su esposo había tenido relaciones con otra mujer y hasta habían tenido una hija.

¡Eso era la evidencia de la infidelidad de su esposo!

Pero, aunque no quisiera aceptarlo, aunque estuviera llena de dolor y rabia, ¿qué más podía hacer si la hija de su esposo con otra mujer ya estaba tan grande? Aparte de contener su propio dolor e intentar aceptar la realidad, no había mucho que pudiera

hacer.

“Mamá, lo siento…“, Cecilia sabía que había dicho algo que no debía y se disculpó con remordimiento.g2

momento, los doctores y enfermeros sacaron a Maximiliano de la sala de urgencias.

la aflicción, Belén se

tenía vendas en el pecho y la bata de hospital desabrochada, revelando las vendas teñidas con

cerrados, estaba

preocupada al médico: “¿Por qué sigue inconsciente? ¿Es grave

la anestesia aún no ha pasado, despertará en unas tres horas“, respondió

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de Belén finalmente

“Gracias, doctor.”

completamente puro y sufría por ello, Belén todavía estaba muy preocupada por Maximiliano, temía que

ya en su vejez, descubrió que cuando era joven había tenido una

había

ya no tendría que preocuparse si había estado con

cuánto se enojara, cuánto luchara o cuánto dijera en momentos de rabia, en lo profundo de su corazón, siempre había una parte que

no podía dejarlo ir.

no podía soportar la idea de divorciarse.

son contradictorios, complicados y dolorosos, pero al recordar esos momentos felices, uno no puede soportar la idea de perder al

seguir amando, ¿cómo podría uno simplemente soltar?

preocupación de Belén por Maximiliano, entendía que su madre amaba

más del daño que sus palabras habían causado a su madre.

Belén, a ella y a Morfis, que cuando tuvo relaciones con

Rosalinda había salvado a Maximiliano cuando aún no había alcanzado