Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1610

Asier miraba a Elia con ojos profundos y serios, llenos de expectativa.

Por primera vez, se podía ver la tensión en su mirada oscura, ese aire de incertidumbre que no podía controlar.

Tan poderoso como Asier, en el mundo de los negocios, siempre estaba seguro de sí mismo, convencido al cien por cien de lo que hacía, confiado en su éxito.

Solo frente a Elia, él no estaba seguro de poder obtener un resultado favorable, y eso lo ponía nervioso.

Había hablado, por fin pudo decir las palabras que había guardado en su corazón durante mucho tiempo. ¿Cuándo había empezado a enamorarse de Elia?

Ni el mismo Asier estaba seguro, pero sabía con certeza que estaba enamorado de ella, profundamente enamorado.

Un amor tan grande que, si veía que ella corría peligro, no dudaría en arriesgar su propia seguridad para salvarla, preferiría herirse antes que verla sufrir el más mínimo daño.

Asier también había luchado con sus sentimientos en el pasado.

No podía olvidar las palabras de su padre, quien le había advertido que no se enamorara fácilmente de una mujer, especialmente de una que no lo tuviera en su corazón, porque el final sería trágico.g2

siempre el consejo de su padre, Asier había estado reprimiendo sus emociones, poseyendo a Elia, pero sin entregarle su corazón.

tres años de separación, entre la vida y la muerte, Asier finalmente despertó, y la primera persona que quiso ver al abrir los ojos

lo importante era vivir el presente, aferrarse a la

pudo evitar derramar todo su amor, a pesar de no saber si Elia correspondía sus sentimientos, no podía contenerse

él. Si su cuerpo anhelaba estar con él,

y

su amor y aprovechar la oportunidad para preguntarle si ella

1/2

Capítulo 1610

nada sin estar seguro,

miraba a Asier, sin poder responder de inmediato.

el corazón de Asier

algo incierto y tan importante provocaba una gran ansiedad.

mirando a los ojos negros, profundos e intensos de Asier, sintió que su corazón latía tan fuerte

la boca para responder, pero el timbre del teléfono

rompió la tensa