Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1718

Alturas realmente hizo honor a su papel como anfitrión del evento, capaz de disipar cualquier momento incómodo con su humor y carisma.

Con sus palabras, todas las miradas se dirigieron a Asier, quien estaba sentado en la primera fila. La decisión final del campeón del concurso estaba en sus manos.

Asier se mantuvo imperturbable, su presencia seria y distante, y sus profundos ojos fijos en Alturas no revelaban ninguna emoción.

En ese momento, Cecilia, sentada a su lado, tomó la hoja en blanco que tenía Asier frente a él y. con una sonrisa elegante, dijo: “Asier, déjame ayudarte a elegir.”

Ella tomó la hoja y el boligrafo, y Asier no la detuvo. Su silencio fue un asentimiento.

Al ver esto, Alturas se rio y bromeó: “El Sr. Griera y su prometida son una verdadera imagen de amor. Unidos en pensamiento y acción, la decisión de la prometida del Sr. Griera es como si él mismo estuviera votando.”

No solo elogió la forma en que Asier consentía a su prometida, sino que también dejó claro que Cecilia votando era lo mismo que si lo hiciera Asier, asegurando así la imparcialidad del proceso.

Con solo unas palabras, Alturas no solo habia halagado a Asier, sino que también habia acallado cualquier murmullo entre los asistentes.

Elia observó cómo Cecilia se inclinaba sobre la mesa, escribiendo números en la hoja. Sus pestañas se bajaron mientras giraba, de espaldas al escenario, sin volver a mirar a Asier y Cecilia.g2

en su corazón; estaba convencida de que

tenia, respaldando a Liuva contra ella,

poco tiempo, dobló la hoja y la entregó al personal del

evento.

veredicto llegó a manos

voz fuerte: “El voto del Sr. Griera

¿Qué?

La sorpresa fue tan repentina que no estaba preparada en

tenía ninguna posibilidad de ser la ganadora, pero

estaba sorprendida, un fuerte aplauso inundó la sala,

se giró y vio a Ramiro aplaudiendo también, sus ojos sonrientes la felicitaban con

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Capitulo 1718-

“Felicitaciones, sabía que

que, efectivamente, ¡era la campeona anunciada

se dibujó en sus labios,