Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1789

Jimena sintio un alivio repentino, el asunto de Adera finalmente habia pasado, y se apresuró a estar de acuerdo, diciendo: “Si, si, la comida de la abuela es la mejor, limpia y rica, no tiene nada que envidiare a McDonald’s”

Los mãos no volvieron a hablar, después de todo, es fácil complacer a los pequeños con algo sabroso.

Después de acostar a los niños y asegurarse de que se durmieron, Jimena finalmente pudo relajarse completamente. Llamó a Elia y le conto todo lo que habla sucedido ese día.

Elia estaba ombrada “Ommon actúa demasiado impulsivo, ¿cómo se le ocurre llevar a los niños sin decir nada? Podría matar de un sunto a alguien.”

“Exactamente, antes me parecia un buen hombre, pero ahora veo que no piensa en los demás. Me dejé cegar por su apariencia, el ser superficial es un peligrol Jimena suspiró.

“No hay que lamentarse por lo pasado, lo importante es que los niños están seguros“, consoló Elia.

“Por cierto, ¿como van las cosas contigo y Asier? ¿Ya aclararon los malentendidos?” Jimena de repente recordó que había estado tan preocupada por sus propios asuntos que no había tenido tiempo de preguntar por Elia y Asier.

Yo pensaba que Asier habia vivido con Cecilia, pero resultó que nunca pasó nada entre ellos. Siempre mantuvieron su distancia“, dijo Elia, sin ocultar su alivio al hablar de ello.

con otras mujeres. Solo te tiene a ti en el corazón, y encima es tan

Jimena, pero no

tu te has llevado un gran susto hoy, trata de descansar“, dijo Elia.

bien, tu

de la habitación se abrió y

voz

amiga te ha estado contando sus

verlo, sintió una sensación de familiaridad. Se acercó y empujando su silla de ruedas, respondió: “Si, ese Orson, el chico playboy, realmente no da paz.”

tan preocupado por una mujer. Jimena lo ha cambiado, él está empezando a comportarse

estar defendiendo

Era ro

siempre evitaba meterse en asuntos ajenos y hablar por

amigo para él, ya que en los momentos clave,

un tomillo. Pero eso

terna

la cama, se sentó y empezó a masajearle las piernas, diciendo: “En unos dias es la final del concurso de joyeria, tengo que trabajar hasta tarde en los diseños, ¿puedes dormir solo esta noche?”