Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1889

Ahora si tienes miedo de morir? ¿Por qué no fuiste al hospital cuando empezaste a sentirte mal? Vicente expresó con desdén.

“¿Van a tratarlo o no? Si no lo van a hacer, me voy ya, no tengo tiempo para verlos empalagosos.” Floria ya habia sacado la aguja de plata y, molesta, estaba a punto de guardarsela de nuevo

“Hey, hey, hey, vamos a tratarlo! No te vayas Vicente intento instintivamente agarrar la mano de Floria que estaba a punto de guardar

Apenas toco la mano de Flona, ella lo miro de reojo con una mirada feroz

Vicente se asustó con esa mirada penetrante, aún sin darse cuenta de la seriedad de la situación, y al instante siguiente, al darse cuenta de que estaba sujetando su mano, la soltó rápidamente..

Levantando las manos en señal de rendiesón, dijo: “No fue mi intención, solo no quería que te fueras…

No temno la frase cuando ya vio a Floria mirándolo fijamente con los ojos.

Vicente de pronto se dio cuenta de que habla dicho algo incorecto y rápidamente intentó corregir: “Me preocupa que si te vas, no habrá quen trate a mi amigo, que està a punto de monir. Si te vas, realmente podria morirse.

Orson hablaba apresumudamente y con cierta confusión.g2

persona afectada, Orson estuvo a punto de desmayarse al

pidiéndole a Vicente que dijera algo con buen

este tipa, no habla forma de

dijera algo positivo.

que realmente deseaba que muriera

palabras, originalmente sentado, se dejó caer en

“Esto es malo, está a punto de morir

asustó y rápidamente se acercó, viendo a Orson mirando el techo con los

de la coma y apuntó a un punto en el cuello de Orson, insertando la aguja de plata. “Uh…”

Orson, ¿estás bien?“Vicente

lo que sucedia, Floria también se asustó: “Oh no, pinché en el lugar equivocado, eso fue en

quedó petrificado.

esperanza, amigo, lo siento, mi intención era salverte..

la aguja equivocada y la insertó en el lado

revolverse los ojos y su cara y

mirar, incapaz de ayudar

Orson empezaba a mejorar, finalmente respiró aliviado y miró hacia Floria, quien también se secaba las gotas de sudor