Capítulo 58

Violeta llevaba la mochila en bandolera y avanzaba por el camino privado que bordeaba la villa.

No necesitaba decirle a nadie que se iba porque nadie se preocuparía por si se iba o se quedaba. Simplemente, se sintió incómoda después de las palabras de Estela que resonaban en su cabeza una y otra vez.

Tenía que caminar bastante para llegar a la parada de autobús.

“Pill”

El Range Rover blanco se detuvo a su lado.

La puerta del copiloto se abrió y Rafael la miró con desagrado. “Otra vez desobedeciéndome! ¿No te pedi que me esperaras?”

“Sólo queria volver a casa temprano”, contestó Violeta subiendo al coche en silencio.

Rafael continuó conduciendo después de que ella se abrochó el cinturón de seguridad.

Al tomar una curva, echó un vistazo de reojo a Violeta. “Alguien te quitó la silla otra vez?”

“No”, respondió Violeta negando con la cabeza.

“¿Entonces por qué esa cara larga?” Rafael la miró con los ojos bajos.

Violeta titubeó sin mirarlo, colocando su mano en su abdomen. “Um…tal vez es mi periodo, me duele un poco el estómago”.

Rafael frunció el ceño y murmuro algo sobre “qué molesto es eso”.

“Ven a casa conmigo esta noche”.

Violeta apretó sus dedos, sintiéndose algo reacia. “¿Puedo no ir hoy? No puedo…ya sabes…”

Rafael la miró perezosamente. “Si no puedes hacerlo, al menos podrías calentar mi cama durmiendo a mi lado”.

“Mejor no…”, Violeta negó con la cabeza.

A pesar de saber que su rechazo iba a molestarle, no pudo evitarlo. Como esperaba, notó que su expresión se endurecia

Justo antes de que él pudiera reprenderla, sonó el teléfono conectado al Bluetooth del coche.

el cliente de Ciudad Belunania llegó un

de segundos. “Está bien, iré allí más

para decir. “Puedes ir a hacer

que pudiera terminar, abrió silenciosamente la puerta

“Violeta!”

dio cuenta, ella ya no estaba en

a verde y los coches de atrás empezaron a tocar el

persiguiera, subió al primer autobús que vio y se sentó en el último asiento.

recién encendidas se reflejaban en la ventana del autobús, proyectando

la cabeza, molesta.

qué estaba

jornada laboral, Violeta fue al

cambio de habitación habia mejorado el estado de ánimo de su abuela, que ya no parecía tener problemas para dormir por la noche y siempre estaba somnolienta después de tomar sus medicamentos

cenar, ellas dos charlaron sobre viejos recuerdos y se rieron.

abuela en el hombro. “Abuela, has estado

sonrisa, agradecida

de irse, se aseguró de taparla bien

mano,

quedó desconcertada, y vio que su abuela la miraba con los ojos muy abiertos.

mirada, Violeta se quedó

abierto cuando se inclino hacia adelante, revelando marcas

fartamudeo, sin saber cómo explicar.

periodo, ella estaba tan agotada que casi no

dias, ella siempre tuvo una piel delicada

en día, la sociedad es mucho más abierta en lo que respecta a las relaciones entre

Pero…

nieta, dudando antes de hablar: “Violeta, dime la verdad, ¿no serás… como aquella chica del campo, la

se agolpaban en los ojos de

soy como ella!”

en el estómago, pero no

vecino del campo, ella recordaba que casi todos en el pueblo

trabajado en la ciudad solo por unos días antes de engancharse con un hombre viejo, de la misma edad de

bien, ¿en qué se diferenciaba

Rafael no tenia familia que mantener, era un soltero

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