Capítulo 86

Violeta dudaba por un momento si habla visto mal..

Frunció el cerio fuertemente, y la alta figura seguia ahl, y esos ojos profundos y reservados seguían mirándola desde la distancia.

Parecía como si una corriente suave pasara por su cabeza.

Se acerco dubitativamente y señaló al hombre que parecía caer del cielo, “Rafael…”

*¿Estás sorprendida?” Rafael la vio con una expresión de sorpresa y esbozó una sonrisa.

Violeta asintió, y al instante, nego con la cabeza.

Se sentia un poco avergonzada, aún estaba tratando de recuperarse, ¿Cómo es que estás aquí?”

No es de extrañar que estuviera tan sorprendida, porque la presencia de Rafael no encajaba con el entorno.

En ese momento, su abuela salió de la casa, con una bolsa de café que no sabia de dónde habla sacado, y la arrojó hacia ella. “¿Por qué estas parada ahi como una tonta? Invita a Rafael a entrar a la casa!”

“¡Ah! Violeta respondio

Una vez dentro de la casa, la abuela le indicó que hiciera café.

Con el café humeante en la mano, Violeta no podia apartar la vista de él, “¿Cuándo llegaste?”

Todavia vestia su traje negro habitual, hecho a medida, con los puños perfectamente alineados, y una piedra de ágata roja incrustada en ellos. Parecia como si acabara de salir de una reunión.

T

“Acabo de llegar. Respondió Rafael

‘Rafael llego justo después de que te fuiste, pensé en llamarte. La abuela interrumpió, su sonrisa se hizo más profunda al dingirse a Rafael. “Por cierto, Rafael, no has desayunado aún? ¡Podemos desayunar juntos!”

La mesa era de madera vieja, con los platos y los cubiertos un poco desgastados

La vida en el campo no es como la de la ciudad, la comida es muy sencilla. La abuela preparo huevos revueltos con tortillas, hechos en una gran olla de hierro, a la que la mayoría de la gente no estaba acostumbrada

de que se enfrie

y cubiertos hacia Rafael,

que estaba colocando los encurtidos que le habia dado la vecina en la mesa, no pudo evitar mirar a Rafael

cabeza y dijo “gracias”, luego cogió los cubiertos y, siguiendo el ejemplo de la abuela,

que cuando fueron al mercado, fruncia el

vacilación, “¿Si no te gusta, quieres

falta.” Rafael negó con la cabeza.

sonriente de la abuela, terminó

cubiertos, y fue llamada por su abuela a la habitación Le dio dos billetes de cien y le pidió que comprara más verduras en

intenciones de la anciana y no insistió

la cana, Rafael la siguin,

Violeta miro las llaves del

con una voz profunda, ya estaba en

motor

ver esto, no tuvo más remedio que seguirle y subir al coche con cierta renuencia.

frente a un pequeño edificio de dos plantas en la entrada del pueblo. Al lado habia un letrero de una tienda, y se vela a varios aldeanos

la nariz para aliviar su incomodidad, “La población aquí es

bastante cerca.”

y una expresión

una cesta en la mano, Violeta le dijo antes de bajarse del coche,

hecho algo un poco ridiculo antes,

abrir la puerta del auto, vio que Rafael, en el asiento del conductor, estaba recostado un poco hacia atrás, con sus

la puerta del coche lo despertó, y abrió los

no pudo evitar preguntarle, “¿No has descansado

ligera sonrisa en los labios, “Estuve trabajando hasta tarde anoche, y después conduje toda la noche para llegar aquí.”

dedos de su mano discretamente apretados junto a su pierna

siete horas, y el camino no era fácil, lo que significaba que él probablemente no había

en su respiración, Violeta no pudo evitar preguntarle de

sino que extendió su mano hacia

clavicula expuesta en el escote de su blusa, y cuando sintió una sensación cosquilleante, sus labios delgados la

beso fue perfecto, ni pegajoso ni empalagoso como otras veces.

propia, y cuando la soltó, todavia tenia

evitar inclinarse para darle un par de piquitos más, luego, con voz ronca,

parte, el corazón de Violeta se agito

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255