Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 207

Visteta también se habia percatada.

Empujo a Rafael, quien aún estaba muy concentrado en su trabajo, y ambos giraron la cabeza hacia la puerta.

“¿Qué pasa?” Preguntó Rafael con el ceño fruncido.

La secretaria tenia la boca bien abierta, “Sr. Castillo, solo vine a recordarle que ya es hora de salir…”

“Ya lo se, vetel” Rafael le respondió con voz grave.

La secretaria asintió con la cabeza, mezclando su voz con un tono de llanto, “Sr. Castillo, no he visto nada!” Dicho esto, salió corriendo.

Pero cuando estaba saliendo, miró hacia atrás con incertidumbre, como si su sueño de niña se hubiera roto. Violeta se sintió extremadamente avergonzada, pensando en la secretaria huyendo, sintió que la imagen que habia establecido al llegar a la compañia se habia derrumbado…

¡Continuemos

Rafael levanto su barbilla.

Pero Violeta no quiso seguir, y esquivó sus labios que se acercaban, ‘Deja de hacer tonterías, deberías concentrarte en tu trabajo..

“Solo quedan un par de documentos más por revisar. Rafael señaló con la mano

“¿Estás cansado?” Violeta notó las arrugas entre sus cejas.

Rafael se recostó en su silla, abrazándola por la cintura, acariciandola a través de su ropa, Acabo de llegar aqui, hay muchos aspectos de la empresa que necesito familiarizarme, por supuesto hay mucho trabajo y puede ser agotador, pero ahora no lo siento cansado.”

Violeta sabia cuál era la razón.

Se sintió un poco avergonzada y desvió la mirada.

No le había prestado mucha atención al entrar, pero al examinarlo detenidamente, se dio cuenta de que su oficina en realidad no era muy grande, era casi del mismo tamaño que la de Diego en su departamento en el Grupo Castillo

Aunque no era muy lujoso, reflejaba un lujo discreto

Pensando en como él, un gran jefe de una corporación tan prestigiosa, ahora estaba trabajando en una pequeña sucursal en una ciudad sin mucho desarrollo, incluso su escritorio era una simple mesa de madera, la diferencia era demasiado grande, cuanto más pensaba en ello, mas incomoda se sentia

pensando, y levantó una ceja, “¿Qué pasa? ¿Crees que me he vuelto pobre al dejar de ser

comisuras de su boca aún se curvaban hacia arriba, “Incluso si tu padre te hace

está destinado a

siempre ha creido en

ellos dos en la oficina, su voz no era muy

sonriendo suavemente, aun queriendo

me deja ser

importa” Dio Violeta, negando con

la oyera, ella extendió su mano

mantenernos a los

Rafael se sorprendió

risa profunda se le escapó,

pero su tono de voz seguía siendo serio, “Pero trabajaré duro, incluso puedo conseguir un trabajo a tiempo parcial. Antes de conocerte, también trabajé en el club, es bastante facil: Podemos ir al

se quedó en silencio

se puso nerviosa, mordiendose el labio, Rafael, no crees en lo

profundamente con sus ojos oscuros y enigmáticos, luego tomó su mano, la abrió la

abrió la boca queriendo decirle algo, pero fue silenciada por un

bess mas apasionado que los anteriores

estaba entumecida por los

se levanto, la levanto de sus piernas, guardo su boligrafo, tomó su mano y le dijo “Lo que queda, lo

a la casa, Violeta corrió

puso el delantal que habia comprado y

supermercado habra comprado unos huesos de res frescos, los habia lavado con agua fria y luego los habia hervido a luzno medio Agrego cebolla y un poco de leche, y cuando los platos estaban listos, el fuetano de los

con una cuchara, bromeó diciendo: “Que dificiles tomar tu caldo

empujó y le dijo: “Ve a

con la cabeza y

preparar la mesa los dos se sentaron uno frente al otro para comer, parecía que hacia mucho tiempo que no disfrutaban de una comida

comida: Rafael, come

mucho, especialmente ahora que estaban en la Ciudad Cespez Queria que comiera mas para que recuperara su peso. Ya estaba pensando en qué preparar para

platos, le ofreció Rafael después de comer.

ojos brillaron dos

el sonido del agua y los platos en la cocina se detuvieron, se volvieron a escuchar

acababa de ducharse. Sus ojos se estrecharon y su mirada se oscureció al veria vestida con un pijama de gasa con estampado de leopardo, que era muy delgado y transparente bajo la