Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 226

run tintero de marca como cenicero?

¿Usar

¡Qué desperdicio tan terrible!

Sebastián casi se queda sin aliento. Si no fuera porque Bianca y Melisa estaban mirando, habría estallado en

cólera.

Dado que no podía desahogar su furia directamente con su hijo, solo le quedaba una opción, “Estoy tan viejo que ni siquiera me di cuenta que las chicas de estos dias son tan descaradas. ¿Verdad, Violeta?”

“Yo…” Violeta se quedó sin aliento.

Si antes solo estaba haciendo insinuaciones, ahora estaba señalándola directamente.

“Pensé que había dejado las cosas muy claras la última vez, y pensé que Violeta era una chica comprensiva. Pero me equivoque. ¡No deberíamos juzgar a las personas por su apariencia! ¡Y ahora se atreve a venir a mi casa! Sebastian dijo fríamente, “No me importa si eres una amiga que Rafael trajo a casa, pero hoy es mi cumpleaños, y, por respeto a Bianca, no voy a hacer un escándalo. ¡Espero que te comportes bien!”

Violeta apretó los labios, esforzándose por mantener la espalda recta.

Sabia que Sebastián habia mencionado a Bianca intencionalmente para hacerla sentir incómoda, por lo que no podía permitir que esto le afecte tan fácilmente.

Rafael, que estaba al lado, frunció el ceño al escuchar esto.

Después de que Sebastián terminó de hablar, el salón quedó en silencio por un momento, hasta que se escucharon pasos desde el segundo piso.

Todos miraron hacia arriba, viendo a una mujer de más o menos la misma edad que Melisa. Vestida de manera simple pero elegante, y muy bien cuidada, un sirviente a su lado la llamaba respetuosamente: “¡Señora!”

Con ese titulo, Violeta pudo adivinar quién era.

No podía ser la madre de Rafael, porque hace unos días acababa de ir con él al cementerio. La mujer debía ser la actual esposa de Sebastián, y no era sorprendente que un hombre rico se casara de nuevo.

Patricia se disculpó, “Lamento haber estado tanto tiempo al teléfono”.

“¿Aún no ha vuelto?” Preguntó Sebastián con el ceño fruncido.

“Dijo que se está apurando para llegar a casa”, respondió Patricia con una sonrisa resignada. Luego continuó, “Sebastián, tenemos invitados hoy. ¿Qué tal si comenzamos a cenar mientras esperamos?”

de mirar a Bianca y Melisa.

dijo de inmediato, “Entonces iré a pedir al chef

en el segundo

de repente dijo esto y la

que queria ir al baño, pero antes de

grande, y la decoración del pasillo tenía un estilo antiguo. Rafael no la llevó a ningún baño, sino a

de tamaño decente, con colores y lineas un poco más sobrios.

medio, con sábanas grises. En un escritorio frente a la ventana, habia un

fotos

parpadeó, ‘Rafael, ¿esta

Si respondió Rafael.

la habitación. Aunque estaba muy limpia, se podia ver que la habitación habia estado desocupada durante mucho tiempo, sin

la foto y preguntó con curiosidad, “¿Ese eres tú cuando eras niño? Pareces muy maduro…”

apenas estaba en la escuela primaria. Tenía una mochila grande en la espalda y un sombrero en la cabeza. Se podía decir por las características faciales que era Rafael, pero su rostro

no le respondió, solo la miró con

“Rafael, ¿qué pasa…

estaba confundida Bajo el marco de la foto y preguntó en voz baja.

más oscuros y los labios tensos,

en la Casa Castillo, si él se ponía de mal humor, ¡no sabría qué hacer!

sabes por qué estoy enojado? Rafael

la

labio inferior se movía, “¿Por

buscado?”

ocuparse de todo ella sola, pero también se sentía mal por ella. Si Sebastián

sabido

Eh…” Violeta tartamudeó.

una pregunta!” Rafael

quedó más remedio que responder con honestidad, intentando disminuir la gravedad de la situación, “En realidad no fue gran cosa,

Rafael entrecerró sus

se sintió nerviosa bajo su mirada, sabía que no

voz baja, “También me dio un cheque, dijo que

mi…”

la

boca se curvaba ligeramente hacia arriba, frunció el ceño aún más, “¿De qué te

con felicidad, “Es porque esta vez no me

hecho de que eres una estúpida!”