Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 233

De repente recordó las palabras que habían intercambiado cuando volvieron a estar juntos. El habla dicho: si te atreves a mencionar la ruptura nuevamente, jte estrangularé!

Parecia que, si ella repetía esas palabras, la mano en su cuello no dudaría en asfixiarla. No parecía solo una amenaza vacía.

Después de tragar saliva un par de veces, ella miró a Rafael con una expresión avergonzada y dijo: “Eh, Rafael, solo estaba bromeando…”

“¡Hmph!” Rafael resopló friamente, soltó su mano y su expresion se endureció Continuó “Si vuelvo a escuchar algo parecido de salir de tu boca, no puedo garantizar que no perdere el control”

Violeta se acercó a él y se refugio en sus brazos, arrepentida.

Abrazó su cuerpo robusto con cuidado, sintiéndose culpable por haberle provocado ese momento de terror.

Se apoyo en su pecho escuchando su corazón latir con fuerza, habló en voz baja y dijo: “Pero parece que a tu padre realmente no le caigo bien…

No era solo una impresión….

¡No le gustaba en absoluto!

Había coincidido con Sebastián solo tres veces en total, y cada encuentro habia sido incómodo. Además, en ese momento habia enfurecido tanto a Sebastián que habia terminado en el hospital. Se sentía terriblemente

culpable.

Rafael frunció el ceño y se apresuró a responder: “Eso es asunto de él, a mí me gustas y eso es lo que

importa.

Su gigantesca mano descansaba en su espalda, evitando cuidadosamente el lugar donde ella había sido lastimada.

Al sentir el calor de su palma, Violeta se sintió reconfortada. Inmersa en sus pensamientos, no prestó mucha atención a sus palabras, simplemente dijo: “Si lo hubiera sabido, no te hubiera acompañado hoy”, despues se lamentó en voz baja. “No esperaba enfurecer tanto a tu padre…”

Violeta solo había mencionado la posibilidad de terminar porque se preocupaba por él y no queria verlo en una

situación incómoda.

momento en que había reunido el coraje para seguir a Catalina a Ciudad Céspez y buscar a Rafael para reconciliarse, había decidido no dar marcha atrás, sin

su barbilla en su cabeza y dijo: “No es tu culpa, no tiene nada que ver contigo

tristemente, luego recordo algo y levanto la cabeza. “Rafael, ¿qué acabas

ella, se frotó la barbilla y dijo “No es tu culpa, no

esa frase, la

acuerdo” Rafael

frustrada y dijo: “¿Cómo puedes no acordarte? Acabas de

y su

no supo que decir

se sintió más ligera. Rafael la levantó y la llevó a

la cama, notó que las mejillas de Rafael estaban ligeramente sonrojadas a la luz

la lampara.

“Rafael, te sonrojaste..

parpadeó, como si no pudiera

ceño, parecía un poco incómodo, pero simplemente comenzó a desvestirla sin decir una

eso, Violeta hablo con seguridad, “Te has

¡Callate

ferozmente, como si alguien le hubiera pisado la cola.

si no quisiera que dijera una palabra

tiempos y la visita de sus parientes, hacía ya una semana que

y el aire en el cuarto estaba

cambiado de color y su rostro se había distorsionado ligeramente debido al

herida en la espalda, me preocuparia que

¿Que podían hacer?

con sus

y él la

estaba muy lleno, pero la construcción de una nueva linea de metro cerca del centro de convenciones hacia que

dar vueltas.

sensación incómoda en sus huesos. Había estado despierta hasta tarde la noche anterior, estaba

rostro se puso rojo como un

llegó a la estación, y Violeta se bajó apresuradamente. Sintió la frescura del viento y se dio cuenta de

tenía un compromiso inesperado, y Rafael estaba ocupado con asuntos de trabajo. No queria quedarse en casa

conocía bien el camino. Registró su entrada en el portero electrónico y subió al edificio