Capítulo 241

Violeta apenas había levantado la cabeza cuando Rafael volvió a tumbarla en la cama.

Sus grandes manos ya estaban firmemente alrededor de su cintura, ella le recordó, “Rafael, aún tienes que ir al

aeropuerto…

“Lo sé, hay tiempo, Rafael dejó de lado su cigarro y encendedor.

Violeta miró el cielo fuera de la ventana, si se apresuraban, podrían tener alrededor de dos horas más. Para él, eso era suficiente tiempo para hacer muchas cosas.

Antes de que pudiera prepararse, ya le estaban quitando el suéter

El levantó su barbilla, cayendo en un apasionado beso. A medida que el beso se profundizaba, la ropa empezaba a caer al suelo.

El aire en la habitación se calentaba, mezclado con el sonido de los jadeos y respiraciones pesadas.

Cuando terminaron, Violeta yacia en la cama como un pez recién sacado del agua, con media cara enterrada en la almohada. Su párpado rojizo tardaba en salir de su ensimismamiento, con el brazo desnudo colgando

en el aire.

Por la ventana, el cielo se había oscurecido sin que se dieran cuenta.

En su campo de visión, Rafael estaba abrochándose el cinturón de sus pantalones.

El aire aún olía a su reciente intimidad, no habia desperdiciado ni un segundo, sus ojos reflejaban satisfacción.

Era tipico de ellos saltar directamente a la intimidad….

Sin embargo, esta vez él iría a Estados Unidos y no sabía cuánto tiempo estaría fuera. Ambos estarian un tiempo sin poder hacer eso, ella queria satisfacerlo y también ansiaba estar con él.

Después de abrocharse la camisa, Rafael, como antes, se arrodilló frente a ella.

Agarró su brazo colgando al borde de la cama, besó su mano y dijo con voz llena de nostalgia, “Vivi, ¡podrías venir conmigo!”

con la cabeza, “Los problemas de la tía son complicados, no podria ayudar en

asintió pensativo.

era que temiera que ella causara problemas, sino que esa vez iría a

Catalina a superar esa crisis, y probablemente no tendría

contestar, Rafael dijo con voz profunda, “Si, ya

ya está

colgar, volvió a hablar, “No necesitas acompañarme, iré directo

Su apasionado amor habia consumido todas sus energias

pero no

un par de segundos en silencio, volvió a ella y dijo, “Si mi padre te invita a salir solo, ya sea a

le invitaria a tomar una

evidente y ella respondió con dulzura, “Lo

entregó varios cheques en blanco. ¿Para que es esto? Violeta estaba confundida.

le dijo mientras se los entregaba, “Por si acaso, si mi padre intenta darte dinero como la última vez, puedes devolverselo con

la Familia Castillo

su bienestar. Al oir el claxon del auto abajo, lo

asintio, miro a Violeta con una mirada profunda y dijo,

también respondio ella, con su

de la habitacion con su maleta, no apartó la vista hasta que oyó la puerta cerrarse. Violeta se volvió en la cama, apenas se habian separado y

otro lado del continente llego a

La voz tranquila al otro lado del teléfono le resultó

estoy en la ciudad, ahora mismo voy en un auto hacia la sede de CATA.” Respondió

Violeta con

ella cayó en un sueño profundo hasta la mañana, sin sueños que recordar. “Insensible Rafael le regaño con voz grave, su tono se volvió resentido y continuo, “Anoche no dormi bien en el avion, habia una pequeña duende jugando en

duende… Violeta se mordió el labio.

linea telefónica, siempre tenía la habilidad de hacerla sonrojar con pocas palabras.

de Rafael se

Violeta colgo

abrir y cerrar de

dias.

mañana, a veces en la noche. No había un horario fijo, pero siempre sonaba cansado. En una

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