Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 244

La luz brillaba sobre ella, estaba sola y aparentemente vulnerable.

Julian le acercó un plato de sopa caliente que acababa de preparar. Apenas había comido en la cena, solo un par de bocados y habia dicho que estaba llena. Parecía que cada día la veia adelgazar más.

Violeta parecia no escuchar sus pasos. Su barbilla descansaba sobre sus rodillas y su mirada se posaba en el celular a sus pies

Juitan sabia que estaba esperando la llamada de Rafael.

Después de la perdida de su abuela, él no la dejaria enfrentar todo sola Habia ayudado con los preparativos del funeral. Durante esos tres dias, ella había hablado con Rafael. Al igual que en el hospital, trataba de pretender estar bien. Varias veces, habia visto como ella forzaba una sonrisa antes de colgar y taparse la

cara con las manos

A pesar

del dolor de perder a un ser querido, ella seguía luchando para no preocupar a Rafael.

La mano de Julian se apreto inconscientemente Habia una emoción desbocada en su pecho. Cuando se dio cuenta de lo que sentia, se asusto un poco. Entre esas emociones habia un toque de celos.

Quizas debería haber admitido que desde la primera vez que vio a Rafael en casa de Violeta, su corazón no estaba tranquilo

Pero se habia acostumbrado a reprimir sus sentimientos, los había enterrado profundamente dentro de él. No los demostraba porque había una diferencia de edad de doce años entre ellos y porque él era padre soltero…

Cuando le acerco el plato de atole. Violeta levantó lentamente la cabeza, pero no lo aceptó. Parecía que no tenia apetito. Solo miro por la ventana y preguntó suavemente, Julián, ¿qué hora será en Nueva York ahora ?

Violeta continuò diciendo, Escuché que volvió temprano al hotel anoche. Ha estado trabajando sin parar durante varios dias, deberia poder dormir bien esta noche…”

“¡Deja de hablar de él! ¡Cuidate!” Julián frunció el ceño y la interrumpió, mirando su delgada barbilla. Estaba enfadado porque solo pensaba en Rafael.

lo sé.” Violeta tomó un respiro profundo y continuó. “Cuando se fue, también me dijo que me

Otra vez Rafael.

su pecho se intensificó,

el plato de sopa en la mesita de noche. Cuando volvió a mirarla, sus ojos cayeron sobre su pequeña y pálida mano que descansaba

voz suave

mano debajo de la de Julián. Escuchó de nuevo su voz diciendo, “Leta, si te dijera otra vez que quiero llevarte a

levantó la cabeza sorprendida, con una ligera conmoción en su corazón.

cara, era como si tuviese un nudo en la garganta.

como si temiera perderse cualquier cambio en su expresión.

Aceptarias Repitió impacientemente.

labio y

de Julian pareció extinguirse de repente, con un toque de amargura.

Probablemente ya se esperaba esa

Capitulo 244

habia que preguntar.

en su estómago. No quería soltar su suave mano, no sabia si era por despecho o qué,

sintió que algo no estaba bien y trató de retirar su mano, pero él la

sobre ella. Su rostro se agrandó ante sus ojos, y ella se sobresalto.

“Julián, no…”

ternura habitual que tenia cuando la miraba Su mirada ya no era clara, habia algo de confusión

decir una palabra, él la

cama por su peso, empujándolo

de Julián se volvio aún más intenso a medida que ella luchaba, sus manos empezaron a quitarle la ropa violentamente, como si estuviera bajo un hechizo,

podía ignorar las claras señales de peligro

“¡No!”

pero Julián hizo caso omiso. En un instante, su camisa fue desgarrada y sus besos voraces