Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 272

Inmediatamente, Violeta lo entendió, recordó la última vez en el hotel, tambien le dio comida al niño, y después de terminar de comer ella le besó la mejilla como recompensa

No pudo contener su risa y le dio un beso en la cabeza

Los ojos del niño se iluminaron como estrellas, con las mejillas sonrojadas y una sonrisa traviesa en los labios

Violeta le acarició la cabeza, su voz se hizo más suave “Chiquillo, voy a fregar los platos, puedes ir a jugar al

salón un rato?

“¡Sil Respondió el niño.

Saltó de la silla de la mesa por sí solo, corrió al salón con sus pequeñas piernas, luego se trepó al sofá y tomó una almohada, comenzó a jugar con el dibujo de un mono que tenia impreso, era un niño muy tranquilo

Violeta con una sonrisa en sus ojos, entro en la cocina. Queria fregar los platos lo más rápido posible para poder regresar con Nono.

Cuando finalmente terminó de fregar los platos y se lavó las manos, Nono seguia sentado en el sofá

Pero ahora en sus manos no tenia la almohada, sino que estaba jugando con su bolso que había dejado en la mesa de cafe. Probablemente, su cartera se cayó y el niño la recogió. En ese momento, estaba mirando su tarjeta de identificación con curiosidad.

Violeta se acerco y noto que tenia una expresión muy seria en su rostro.

No pudo evitar reirse. Nono, ¿puedes leer todas las palabras?”

Si el niño asintió.

“Eres muy inteligente! Violeta se sorprendió. Penso que ya se habian visto cuatro veces y aún no le habia dicho su nombre a Nono, Tomó la tarjeta de identificación y dijo. “Nono, esto es una tarjeta de identificación.

cuando crezcas también tendrás una.”

El pequeño parpadeo, parecia emocionado.

Ves, aqui está mi foto, ¿verdad? Violeta señaló

Si respondió el pequeño

Y esto es mi nombre. Violeta continud.

Nono inclino la cabeza y de repente, sus ojos se iluminaron y grito. “¡Vivi!”

El corazón de Violeta tembló

Se quedó mirando el rostro del niño, que se parecia tanto a Rafael, no podia creer que ambos la llamaran de la

misma manera.

El pequeño parecia emocionado, se pegó a su pecho, abrazó su cuello con sus suaves manos y dijo con una voz tierna. “Vivi, Vivi

Violeta lo abrazo, el tiempo pasó rápido y cuando miro el reloj, se dio cuenta de que ya eran casi las nueve. Rafael todavía no había llegado.

No sabia cuánto tiempo más estaria en su reunión. Los niños no son como los adultos, no pueden quedarse despiertos hasta tarde. A una hora determinada, se ponen inquietos

puso inquieto, seguramente se sentirá

niño en sus brazos. “Eh, Nono, ¿sabes el número de teléfono de Lucia?”

lo sé! negó

el de Pablo?” Violeta preguntó de

No lo sél

Violeta funció los

a su padre. Cuando bajó del

a Rafael, pero por alguna razón, decidió

en el salón, te llevare al dormitorio.”

sus brazos, soltó un

¡Qué bien!

con Vivil

puso en la cama Sonrió

la cocina a buscar un vaso de agua, después de comer, el niño aún no

habia abandonado la habitación cuando Nono, como si tuviera un radar encendido, comenzó a escalar por todas partes en la cama Estaba oliendo

tenia el aroma de

fue a buscar un vaso de agua y al regresar, Violeta se quedó un

como un gatito en la cama, ahora estaba acostado

suavemente y solo

se había quedado dormido?

agua a un lado, apagó la luz principal y dejo solo la pequeña lampara encendida en la mesita

una manta en el armario y, con mucho

de un cajón la novela traducida del alemán que siempre llevaba consigo, se acosto en la cama pero apenas se acomodó, el niño, aún dormido, rodó hacia

palmaditas y, oliendo el dulce aroma de leche

sus brazos tenia

y su cara se

embargo, no pasó mucho tiempo antes de que no

de la puerta sono a las once

cerró la novela y no fue hasta que salió de la habitación que apuró el

al baño y no volvió a salir Violeta estaba segura de que tenia algo que ver con el Dr. Antonio, pero con los asuntos del corazón, nadie puede hacer nada aparte de los que están

por la minilla, luego

entró en su campo de

Nono se volvió a

asintio con la cabeza, a estas horas probablemente

casa, no podía quedarse como la última vez Y, ella

si

Rafael entro a la habitación

oscuros y profundos se deslizaron por su rostro y dijo: “Señorita

con la cabeza y los

que el niño pareciera aún más pequeño, creando una

un ding, y padre

cerró lentamente frente a ella que Violeta volvió en

la manta que acababa de usar y, sin tiempo para cambiar sus zapatos, salió corriendo tras

tiempo, porque cuando salio del edificio, Rafael estaba inclinado, colocando con mucho cuidado a su hijo en el asiento trasero

¡Espera!”

Violeta los alcanzo

miro hacia atrás hacia

le entrego la manta en su mano, “La temperatura bajará esta noche, Nono esta dormido, tengo miedo de que se resfrie.