Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 309

Violeta bajó la vista y todo lo que veia eran pequeñas marcas rojas,

Se habia levantado apurada esa mañana, sin tiempo para revisarse, simplemente se puso ropa y se fue. Sin embargo, sabía lo loco que Rafael había estado la noche anterior, cada rincón de su cuerpo habla sido besado por el…

Era como un lobo hambriento que habia estado esperando durante mucho tiempo, y que finalmente había encontrado alimento

Al ser señalada de esa manera, Violeta no tenia nada que decir, su rostro estaba enrojecido de vergüenza.

“Eh, Marisol, deberias descansar, estás embarazada Voy a mi habitación ahora”.

Después de balbucear, Violeta se fue a su habitación, se duchó y se puso ropa limpia.

Pero incluso de esa forma, el olor masculino en su cuerpo no se habia disipado del todo.

Habia estado tan ocupada durante toda la noche que cayó dormida tan pronto como su cabeza tocó la almohada

Toda su ropa había sido arrancada, el pecho fuerte de Rafael la cubrió como un muro de bronce y hierro. Había. una diferencia inherente de fuerza entre hombres y mujeres, no importaba cuánto luchara, no servía de nada y solo la hacia respirar con más dificultad

Por más que gritara Rafael, no, no lograba apaciguar a ese lobo hambriento.

Su cuerpo comenzo a flotar, sintiendo una sensación de entumecimiento que iba y venía.

El sabor del amor que habia estado ausente por tanto tiempo y el deseo más primitivo habian estado

presentes esa noche…

Violeta abrió los ojos somnolienta, tanto su cara como el resto del cuerpo estaban ardiendo

Después de unos segundos de mirada vacía, finalmente volvió a la realidad. Sus dedos de los pies parecían aún contraidos y esa sensación de dolor todavía estaba alli. Al volver a recrear esa escena en su mente, mordió su labio y sintió verguenza por todo lo que hizo aquella noche.

Golpeó su cabeza varias veces con los puños apretados.

No fue hasta que esas imágenes desaparecieron completamente de su mente que Violeta tomó un par de respiraciones profundas y se levantó de la cama.

Para su sorpresa, cuando se despertó, el cielo ya estaba teñido por el atardecer.

Violeta bostezo mientras su teléfono sonaba. Al ver el número que aparecia en la pantalla, dudo antes de contestar, “Hola, tia…

“Violeta, ¿donde estás?”

había

y dijo.

a cenar juntas? Catalina le preguntó con

mintió, “No puedo, tengo

la puerta de su habitación, la casa estaba en silencio Las zapatillas de Marisol estaban en la entrada, parecia que ella ya había

vaso de agua y antes de que pudiera sentarse en

puerta

¿quién

su vaso y fue a abrir la puerta.

sonrisa, sosteniendo a Nono, “Violeta, si no quieres salir, ¡entonces tendremos

su labio y no pudo decir

rodillas y la llamó dulcemente

Nono y extendió sus

alrededor con las manos en la espalda, como si estuviera inspeccionando algo. Finalmente se sento en el sofá con una sonrisa satisfecha, “Violeta, este lugar es bastante bonito, ¡mucho

casa de mi amiga, respondió Violeta.

vaso de agua y se lo paso a Catalina, Tia, aquí tienes agua”.

“Nono, ¿quieres yogur?”

“Sil

Nono volvió a su regazo y se acurruco. Con las manos pequeñas sobre sus oidos, confeso timidamente. Te extraño

Violeta se sintió

ellas, Catalina sonrió aliviada al

que esta es la casa de tu amiga, ¿es

Si.. Violeta asintio

se divorciaron, ahora son exesposos o algo así?” Catalina chasqueó la lengua un par de veces, y luego. continuó. Estaba feliz por el, pero parece que ese pobre chico no es mucho mejor que

evitar quejarse con un tono melancólico. Tia, ayer me dijiste por teléfono que te

No dije que me sentia mal, solo hablé en

silencio sin ánimos

cenar ayer, Rafael parecia sentirse mal, así que le pedí que descansara en mi casa. Pero yo estaba ocupada

con preocupación. “Por cierto, ¿Rafael

todavia..” Violeta balbuceo.

algunas miradas se dirigieron hacia Violeta, ella levantó una mano nerviosamente

cuello.

lo

Catalina pareció aliviada, luego miró su reloj y murmuró: “¡Ya casi son las

salir a cenar.

la intención de comer algo de su comida, pero al ver la fatiga