Capítulo 412

En el largo pasillo fuera del quirófano, ya era tarde en la noche y las luces se reflejaban tristemente en las paredes.

Violeta se apoyaba contra la pared, fijando su mirada en las grandes letras de la puerta que decían “Área de cirugia, no está permitido el acceso a familiares”.

En el almacén, los policías vestidos de uniforme se precipitaban, corriendo tras los delincuentes que habían escapado.

La cabeza de Rafael estaba postrada en los brazos de Violeta, después de pronunciar unas pocas palabras, de repente tuvo una contracción en las pupilas y unas gotas de sangre brotaron de la comisura de sus labios, y luego sus ojos profundos se cerraron lentamente.

Violeta lo acompañó en la ambulancia y, durante el trayecto, observó cómo los médicos se desvivian tratando de estabilizarlo.

Al llegar al hospital, fue llevado directamente al quirófano.

Seis costillas rotas y una hemorragia interna que presionaba su pecho….

Violeta temblaba y cerraba los ojos.

“No tengas miedo… La voz ronca de Rafael todavía resonaba en sus oídos.

En aquel momento, él estaba cubierto de sangre y le costaba incluso respirar, pero aun así le decía eso.

Violeta repetía esas palabras en su mente una y otra vez, tratando de convencerse de que no debía tener

miedo, que él estaría bien.

Después de organizar las cosas en la estación de policia, Lamberto también regresó a la sala de espera del quirófano. Al ver que Violeta también estaba manchada de sangre, se dio cuenta de que tenía un corte evidente en el lado derecho del cuello.

Violeta, tú también estás herida!”

Al oir eso, Violeta se tocó el cuello.

Rafael ya no respiraba, que había corrido hacia él sin importarle el peligro. Aunque había logrado desviar la atención del hombre bajo, el cuchillo rozó ligeramente su piel. En la ambulancia,

a nada

“Parece que la herida

negó con la cabeza y continuó, “¡Quiero quedarme aqui con

al ver su estado, no insistió más y llamó a una enfermera para que la

Violeta agradeció

hablé con la policía, después de que termine la cirugía de Rafael, vendrán a

asintió, abrió la boca para dar las gracias, pero se detuvo al recordar sus palabras recientes.

corte, y la joven enfermera, temiendo que Violeta sufriera, le pidió que se aguantara. Pero durante todo el proceso, Violeta no mostró ninguna reacción, solo seguía mirando hacia

enfermera le dio

voz masculina

“Lamber!”

y vio a Sebastián, vestido con un chaleco de traje, acercándose rápidamente. Parecía que había venido con prisa, con

rostro serio. A su lado estaba su esposa,

pie y se apresuró

que informar a la familia si su hijo estaba

Sebastián también miró hacia la puerta cerrada del quirófano y preguntó con

asintio y trató de calmarlo, “¡Sebastián, no te preocupes

y siguió preguntando. “¿Pero qué pasó? ¿Cómo es que de repente fue llevado al hospital y ahora

encontrar su paradero, Rafael fue el primero en ir en auto. Como había muchos secuestradores, hubo un conflicto

está la situación ahora?” preguntó Sebastián con

momento no es muy alentador, tiene múltiples lesiones graves en el cuerpo, fracturas en las costillas sexta, novena y décima, un sangrado

de Lamberto, la

¿está usted bien? ¡Cuidado con su presión!”, dijo su

que siempre llevaba consigo, le dio dos a Sebastián y después

se encargará de investigar los detalles,”

que estaba

de hombre, toda manchada de sangre. Incluso el color oscuro no podía ocultar las manchas; ahora que estaban secas, se veían aún más impactantes. Sus manos también estaban manchadas de sangre, y aparte de una herida

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