Capítulo 465

Cuando la puerta de la oficina se cerró de nuevo, Rafael regresó a la ventana panorámica, y no fue hasta que colocó el celular en su oreja y marcó el número que su mirada distante finalmente adquirió un toque de calidez.

“¿Dónde estas?”

Violeta sonaba apurada, “Rafa, no estoy yendo hacia el Grupo Castillo, estoy en camino a la Casa Castillo!”

“¿La Casa Castillo? ¿Pero por qué vas para alla?” Rafael frunció el ceño con preocupación.

Violeta no le escondió nada, respondiéndole directamente, con un tono de voz que no podia ocultar su nerviosismo, “Tu papá acaba de llamarme y dijo que si no voy a la Casa Castillo, entonces que me olvide de volver a ver a Nono.”

Cuando salió de su casa, la llamada que había recibido no era de otro, sino de Sebastián.

En el fondo, Violeta no queria tener ningún encuentro privado con Sebastian. De inmediato le dijo que si algo tenía que decirle, que lo hiciera por teléfono, fue entonces cuando Sebastian la amenazó con esas palabras

Ella no podia mantener la calma, Nono era su vida entera, y temiendo que la pesadilla de hace cuatro años se repitiera, inmediatamente le pidió a Pablo que la llevara a la Casa Castillo

Al escuchar esto, Rafael, con voz grave, le dijo. “Vivi, no te preocupes, jahora mismo voy para allá en el coche!”

Colgó el teléfono, agarró su chaqueta y las llaves del auto, y salió rápido de la oficina hacia el ascensor.

Rafael aceleró a fondo, y aunque ya era la hora pico de la tarde, se las arreglo para abrirse paso entre el tráfico congestionado. Con un chimido de frenos, casi mete el coche directamente en la sala de la Casa Castillo.

Debido a la velocidad, el y Violeta llegaron casi al mismo tiempo, Pablo estaba parado junto al Mercedes negro.

Al entrar, además de los sirvientes, fue recibido por Patricia, quien lo saludo con una sonrisa, “¡Rafa, ya llegaste!”

Rafael, ansioso, apenas asintió cortésmente hacia ella y se dirigió rápidamente hacia la sala

sofá, Violeta estaba abrazando a Nono, y enfrente, sentado con una expresión seria, estaba Sebastián Habia café en la mesa, pero parecia

levantó la cabeza y lo llamó

Rafael forzó una sonrisa.

estaba bien, no pudo evitar sentir alivio.

tiempo, su ceño se frunció, y avanzó rápidamente para colocarse frente a ella, protegiéndola con su cuerpo y clavando su mirada en su padre, con una voz helada, “Papa, ¿qué está tratando de hacer? ¿Acaso no

¿verdad?” Sebastián solto un bufido, sin importarle la mirada ardiente de su hijo, y continuó con tranquilidad, “La cocinera todavia está preparando

esto, Rafael y

por los sirvientes y le habian servido café. Estaba en estado de alerta, pero Sebastián no había

Violeta no sabia era que Sebastian también la observaba

Catalina no mentia, le costaba imaginar cómo esta chica, que parecia tan tranquila y fragil, habia logrado convencer a ese viejo terco de Rio de Janeiro. ¡Quizás

que había estado mezclada con la mafia? Seguro que tendría un carácter extraño

miedo?

todas estas cosas, pero, por supuesto, no las decia en voz alta

Digame qué es lo que quiere

la voz enojado y luego, tras una pausa, continuó con un tono de voz algo más forzado,

Ja, ja, será una cena

el ceño iracundo

Violeta tambien tenia el presentimiento

feroz mirada que intercambiaban padre e hijo era

quito perder más tiempo con su padre, giro sobre sus talones, levantó a su hijo en brazos y tomando la mano

Capitulo dos

la salida, “Vivi, vámonos a

agitó la mano, “Abuelo, adiós.”

de la furia y su pecho subia y bajaba agitadamente, pero el adiós de Nono

tomada de la mano por Rafael, camino rápidamente hacia la entrada.

cada visita la ponía tensa y le generaba rechazo Cambiandose los zapatos para salir de la mansión, los pasos

de mudarse al extranjero, haré como que nunca lo escuché ¡Sigues siendo el presidente del Grupo Castillo!” dijo Sebastián, con las manos detrás de la espalda y una cara seria que todavia

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