Capítulo 503

El día siguiente era un domingo tranquilo.

Rafael acababa de regresar de un viaje de trabajo y aunque no tenía planes para el fin de semana, tampoco se quedaba descansando en casa. Poco después del desayuno, se encerró en su estudio, al parecer tenía varios

videoconferencias internacionales que atender.

La noche anterior, después de la película, habían llegado a casa pasada la medianoche. Aunque Violeta había optado por ver la película, al regresar, Rafael no iba a dejarla en paz tan fácilmente. No iban a posponer lo inevitable, incluso cuando ella se apresuró a refugiarse en la ducha, él la siguió y se unió a ella bajo el chorro de aqua.

Recordando las osadas escenas del baño de la noche pasada, Violeta todavía sentía calor en las mejillas.

“Vivi, ¡ya terminé!”

La dulce voz infantil de Nono la hizo volver a la realidad, alejándola de esos pensamientos prohibidos.

Nono había descubierto recientemente una nueva afición: jugar damas. Varias fichas amarillas ya habían saltado frente a ella, y con su manita tiraba suavemente de la esquina del vestido de Violeta para apurarla. Violeta rápidamente hizo algunos movimientos.

Al escuchar la vibración de su celular, dijo apresurada, “¡Un momento, mi amor!”

El teléfono estaba debajo de un cojín, así que el sonido de la vibración era un poco fuerte. Lo sacó y vio una serie de números en la pantalla. Aunque no había un nombre, le resultaba familiar. Lucio le había enviado un mensaje cuando estaba en el hospital…

Con dudas, Violeta le contestó, “¿Hola?”

“¡Señorita Violeta, soy yo!”

Como esperaba, la cálida voz masculina de Lucio resonó del otro lado.

Violeta le echó un vistazo instintivo hacia el piso de arriba, bajando la voz como si se sintiera culpable, “Eh, Lucio, ¿necesitas algo?”

Lucio se rio suavemente y luego dijo, “Estoy frente a tu casa, ¿puedes salir un momento?”

la breve llamada, Violeta agarraba el

saliva pensando en el descaro de Lucio al

hacia el piso de arriba, suponiendo que Rafael seguía en su videollamada, y después de pensarlo,

momento, vuelvo enseguida”, le dijo a Nono acariciando

la

jardín y vio un Audi A8

desabrochado el cinturón de seguridad y se

acercó, “Lucio…”

estoy molestando?” Le preguntó Lucio, con un tono de disculpa en

no exactamente…”, le respondió Violeta con una risita nerviosa, y le preguntó con

me gustaría ir contigo, le dijo Lucio, con un dejo de timidez en su expresión. “Es una compañía de teatro musical británica que está de gira. Solo se presentarán en unas pocas

expectativas de Lucio, Violeta se sintió apenada, pero aun asi, con voz

Lucio no parecía desanimado y le dio las entradas, “Toma las entradas por ahora y si cambias de opinión, házmelo saber. ¡Te

siguiera rechazándolo, se subió

mano, eran de las mejores ubicaciones y el precio era exorbitante. Era una pena desperdiciarlas, pero no tenía

se

ahora sentado en el sofá jugando

se palmeó el pecho, con un dejo de culpabilidad se acercó y le preguntó, “Rafael, ¿cuándo

una ficha en el tablero

cuadro del tablero fue ocupado y Nono, frunciendo el ceño descontento, se llevó el tablero en un arranque

mirada profunda y con una media sonrisa le preguntó,

que ya lo sabía…

se había sentado a su lado, desde ese ángulo se podía ver con claridad el

sorprendía que Rafael se hubiera contenido y no hubiera salido tras

que se contenían, pero cuando bajó de su habitación, su hijo le dijo que ella había recibido una llamada y que había salido un momento. A

ocultarle nada, así que le confesó: “Lucio vino hace

invitaste a pasar a tomar café?” Rafael soltó un bufido

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