Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 757

“¡Entonces me quedo tranquila!” La abuela asintió con la cabeza y le guiñó un ojo a Marisol. “Siempre he estado esperando que ustedes me den un bisnieto o una bisnieta vivaracha y adorable. No te preocupes, todavía tengo buena salud y quiero ayudarles a cuidarlos cuando llegue el momento.”

“…” Marisol se pasó la lengua por los labios.

Al encontrarse con esos ojos ya desgastados por el paso del tiempo, pero llenos de bondad, sintió una oleada de pánico.

Antonio se acercó y con su voz grave las interrumpió, “Abuela, ya se terminó la bolsa de medicina, voy a quitarte la aguja y luego iré a preguntarle a la enfermera si hay más para más tarde.”

“¡Claro!” La abuela asintió con una sonrisa.

Antonio, con movimientos expertos, retiró la aguja y le dio un algodón con alcohol a la abuela para que presionara la zona del pinchazo. Luego salió de la habitación.

Cuando salió, la abuela miró a Marisol con una expresión de querer decirle algo pero dudando, “¡Marisol!”

“Aquí estoy, abuela,” le dijo Marisol rápidamente.

La abuela tomó su mano con ternura, “¿Te acuerdas de lo que te dije cuando entré a la sala de operaciones hace años?”

Marisol se sorprendió y luego asintió lentamente, “Me acuerdo…”

“Como hace cuatro años, si algún día me pasa algo, Marisol, te dejo a cargo de Antonio,” la abuela puso su otra mano sobre la de ella y suspiró, pero sus palabras fueron profundas y significativas.

Marisol sintió una presión aún mayor que antes, y ahora, con Antonio…

Mordió la comisura de su boca, “Abuela…”

La abuela seguía sonriendo con calidez, “Buena niña, ¡la abuela confía en ti!”

Marisol no pudo decirle nada, solo bajó la mirada, ocultando su expresión tras su cabello caído.

Cerró suavemente la puerta de la habitación y a través del vidrio vio a la abuela que ya se había acostado, con las manos cruzadas sobre su pecho, parecía haber tenido una buena conversación y se veía un poco más colorada y tranquila mientras dormía.

también pudiera superar

al médico tratante y no volvió. Ella miró alrededor y caminó hasta el

quería preguntarle sobre la condición de la abuela, pero se detuvo torpemente

notó que él tenía su teléfono en

estaba de espaldas, Marisol no podía ver su rostro ni sus expresiones, solo podía deducir su estado de ánimo por

una familiar profundidad, pero tal vez por una ilusión, le

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ternura.

de mañana no descansaré, ven directamente al

para marcharse cuando Antonio colgó el teléfono y se giró. Ella fingió como

su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

y le preguntó, “¿Qué dijo el médico?

difícil de predecirlo, todo depende del tratamiento que sigamos. ¡Esperemos que la abuela tenga la

le dijo Marisol

movieron ligeramente, “Marisol, gracias por

es algo que hago de corazón. Aunque nuestro matrimonio fue por conveniencia, después de todo estuvimos

el atardecer por la ventana, “Ya

cita,” negó Marisol con la

hombros, lanzando cautelosamente

medio segundo,

comisura de sus labios y dejó atrás a

persona con la que Marisol se había citado esa tarde era realmente Rodrigo. Sin embargo, a diferencia de lo que él imaginaba, se habían encontrado principalmente para hablar sobre asuntos de, la construcción,

de negocios, Rodrigo continuó, “Marisol, lo

fruncir el ceño y levantaba la vista de su taza de

más ni te causará problemas,” le aseguró Rodrigo. “Ahora está en la comisaría, y no solo por haber contratado a alguien para acosarte hace unos días, sino que también han surgido testigos que la acusan de las falsas imputaciones contra tu tío Jordi hace cuatro años. Por lo tanto, se quedará encerrada por un buen tiempo. Creo que después de esta lección,

en el

pensó en las promesas anteriores y asintió, “Rodrigo, te lo agradezco.”

embargo, Rodrigo no aceptó su agradecimiento, “En realidad, no deberías agradecerme a mí, sino

Sr. Pinales.”

Marisol se

asintió, “Sí, todo lo de Sissy se hizo cargo él en secreto. Yo solo ayudé