La historia de la novia fugitiva Chapter 4

Cristobal llevaba un traje hecho a medida armani, había asistido a una junta importante más temprano ese día, por fin llegó con Camill a la clínica siglo XXI reconocida por ser de las mejores de la ciudad.

El Ceo bajó a Camill del deportivo en sus brazos batallando con el voluminoso vestido, la bella morena clara seguía inconsciente mientras él maldecía su suerte _carajo! solo a mí me pasan estás cosas, ya debería estar en el club follando con una fogoza mujer! pero en cambio estoy aquí con está loca del volante y por si fuera poco vestida de novia de pies a cabeza!

Benjamín que lo esperaba en la puerta de urgencias, no podía cerrar la boca de la impresión el ojiverde rubio, con cuerpo atlético de 1,85 de estatura preguntó a su amigo__te casaste? te casaste desgraciado y no fuiste para invitar a tu mejor amigo a tú propia boda! estoy indignado y muy ofendido! 2 

reclamaba el apuesto doctor a su desconsiderado amigo. 

_Estás demente? de dónde sacas qué me e casado Benjamín? 

Pues vienes vestido en un costoso armani y ese ángel qué traes en los brazos está vestida de novia, qué quieres qué piense? el joven doctor levantaba la voz, manoteando en dirección de su amigo y la inconsciente Camill 

Cristóbal no había caído en cuenta qué en efecto parecían una 

pareja de novios a punto de casarse, más éso jamás pasaría él n o se casaría con nadie, además todavía no sabía por qué la hermosa chica estaba vestida de novia y conduciendo un auto a toda velocidad, tal vez se le había hecho tarde para llegar a su boda o simplemente era una pobre mujer qué padecía de sus facultades mentales

privada dónde pudo atender a Camill más cómodamente, curó la herida de su frente que era prácticamente un rasguño, estaban esperando

que esperar mucho Camill volvió en sí tocandosel a frente, qué.. qué

conteniendo solo por qué la chica

mi primo Darío va a matarme por chocar su preciado auto,

en silencio cuándo Camill levantó la mirada y dejó que apreciaran mejor sus bellisimos ojos color mar, eran grises, verdes, aceitunados o todos ellos juntos, el caso es que sus ojos eran realmente bellisimos, sus carnosos labios rosas, su pequeña nariz y sus largas pestañas negras podían hechizar a cualquier hombre de ésta tierra, ambos hombres lo estaban pensando

sorte de Monte,

tan alta velocidad, acaso ibas

aunque trataba de disimularlo estaba atento

casarme con el único novio

de mi vida, el día en el que me casaría con el hombre que amo

tristeza Y qué

de pensar en lo patética que se escuchaba la mujer

algún impedimento para que está boda se lleve a cabo, qué hable ahora o qué

lo puedo creer! decía Bemjamin a Camill mientras que se acomodaba en

seguía de pie con au atractivo rostro inexpresivo, sus orejas parecían de lobo escuchando a la

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