El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 59

Chapter 59 La venganza
Al salir del club Cristóbal llevaba una sonrisa perversa, sonrisa que capto una cámara que permanecia escondida entre las palmeras, llevaba a Brenda con la mano en su cintura, le abrió la puerta de su coche, ya estaba hecho, dirigió el rumbo del auto hacía una casa alejada que había comprado para escapar de todos los que los molestaban, venía aquí para descansar de su estresante vida
Con un mensaje alertó a sus hombres para que estuvieran preparados, le urgía terminar todo esto y regresar al hospital, no había un lugar en el mundo donde se sintiera como en casa qué no fuera al lado de su Camill y su bebé, por ahora era todo lo que la vida le daba y él lo aceptaba pero no sé resignaba
La mujer bajó del auto con muchas ideas en su cabeza, Brenda León ya se veía desplazando a Camill de la vida del CEO, ella sabía que siendo la esposa de Cristóbal Altamirano tendría su futuro asegurado, por primera vez se veía con las posibilidades de lograrlo, Cristóbal sería suyo sólo suyo, ella se estaba dispuesta a deshaserse de cualquier obstáculo que se le atravesará!
Entraron a la pequeña mansión, era hermosa pero discreta, no se comparaba con la mansión que compartía con Camill, aquella era enorme, lujosa, decorada exquisitamente, los muebles más costosos la adornaban incluso había en ella hermosos cuadros de un valor muy elevado, a Cristóbal solo le gustaba lo mejor de lo mejor!
Entraron a la casa, apenas habían dado unos cuantos pasos cuando dos hombres del CEO altos y fornidos sometían a Brenda que gritaba como una verdadera loca

Sueltenme! qué demonios está pasando Cristóbal? por qué me sujetan estos tipos? que me suelten idiotas! Brenda pataleaba y forcejeaba para soltarse de su agarre pero era inútil, los tipos eran muy fuertes, ella volteó hacia donde el Ceo se encontraba mirándola
Por qué? quieres que te responda o… vas a hacer memoria tu misma, la fiesta de los empresarios, las escaleras, no te dice nada? Brenda, Brenda, Brenda, que fue lo que te dio las agallas para hacer lo que hiciste? y más todavía, como puedes llegar a ser tan estúpida para pensar que no me enteraría que aventaste a mi esposa por las escaleras del maldito hotel!
Yo… yo no lo hice Cristóbal! estás equivocado, yo no siquiera estaba ahí, fui un rato pero al verte bailando con ella no lo soporté y me fui del lugar! te juro que no fui yo! no me hagas daño, yo te amo siempre te e amado, no puedes lastimarme!
Vaya que convincente suenas al negarme que fuiste tú quien trato de asesinar a mi mujer! aunque Crisy no había visto las grabaciones aún, confiaba plenamente en la palabra de su amigo Tomas, el mismo la había visto, le describió todo, el vestido y rostro de Brenda a detalle
Tienes que creerme Cristóbal, yo no empujé a Camill por las escaleras, seguramente ella resbaló al pisar mal! la sensualidad de Brenda se había ido volando por la ventana, solo quedaba una mujer muerta de miedo, y debería estar así, su vida estaba a punto de cambiar para siempre, eso siempre y cuando Cristóbal no la matará y enterrara en cualquier basurero!
Sigues pensando que puedes engañarme, pero te equivocas, cuál era tu fin al matar a mi esposa? creías que así te elegiría como mi esposa? que serías la señora Altamirano y podrías
presumir de mi apellido con tus amigas de sociedad!
Yo te amo de verdad Cristóbal, no me importa tu apellido, sabes que tú y yo tenemos algo especial, en la cama somos fuego puro, yo te doy lo que ninguna otra mujer te da, te hago llegar a las estrellas! solo yo puedo ser tu mujer!
Jamás! nunca e sentido nada por ti que no sea deseo de una sola noche! para mí ser mi esposa tampoco eres candidata, eres demasiado ordinaria y zorra, el apellido Altamirano no es para mujeres como tú, que se regalan por unos tragos de champán!
No soy una zorra! me entrego a ti por qué te amo, no por el costoso vino que siempre tienes en tu mesa, además soy rica igual que tú, mi familia es millonaria, no me puedes decir que es por dinero que quiero estar contigo
Estar conmigo? no tienes idea del asco que me das Brenda, pero te haré pagar tu atroz crímen, no soy un santo, nunca lo e sido ni lo voy a llegar a ser pero intentar matar a una mujer embarazada sin pensar en esa inocente vida que lleva en su vientre, es el límite de la maldad que cualquier ser humano pueda tener
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