El Jardín

Camill una vez que el bebé Cristóbal se calmó y estaba a las risas con su padre, fue hacia el gran jardin, ella caminaba contemplando cada una de las flores, su cabello ondeaba con el viento, sus manos incariciaban las flores al pasar, Cristóbal la observaba fijamente, no perdía detalle a su bella Camill 

Camill! no te alejes tanto, Cristóbal cargando al bebé se adentró al jardín, su madre había dedicado muchas horas en el, era realmente hermoso y colorido, al final había un enorme árbol que daba una sombra acogedora 

Este lugar se siente tan bien, se respira una paz que te tranquiliza el alma, es como si aquí viviera un espíritu de luz pensaba Camill, quizá aquí se encuentre la escencia de los padres de Cristóbal 

Cristóbal conforme se adentraba al jardín, una ráfaga de viento se levantaba alrededor de él y el pequeño bebé, el Ceo cerró los ojos respirando profundo, pudo oler el perfume de su madre en el aire y una voz susurrando, *se feliz mi querido hijo* 

Cristóbal no pudo evitar derramar un par de lágrimas, dio un beso en la cabecita de su bebé, había sentido en ese jardín que por años se había negado a recorrer la presencia de sus padres, su ausencia le podia muchísimo por eso es que casi no visitaba su hogar de la infancia 

comer cuando la señora María les llamó a la mesa, Cristóbal también estaba en el lugar, las risa y balbuceos del bebé Cristóbal daban alegria al lugar

casona, recordaron viejas anécdotas y ya de regreso, Camill daba de comer al bebé cuando Cristóbal

sentiste algo extraño

ese lugar hay mucha paz, como si un espíritu de luz habitará en el, es un poco extraño

sentir la presencia de mis padres, como si se

abuelos! Dijo Camill Si eso haremos, le hablaré al bebé

un poco en su asiento Cristóbal también se quedó dormido cerca de quince minutos, el bebé lo cansaba demasiado

Camill se ducho y se puso ropa cómoda unos pantalones de licra y un suéter a la cintura que dejaba ver si clavícula, recogió su cabello

de algodón azul inarino una camiseta negra de manga corta y unas pantuflas, su cabello brillaba todavía húmedo, el Ceo era como

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