Ajustando cuentas

Ella por supuesto que lo vió pero lo ignoró descaradamente, Camill caminó hasta la salida de la mansión donde un Uber ya la esperaba Cristóbal que seguía de pié en la sala de estar vió que su pequeno bostezaba, el sueño estaba por vencerlo, lo llevó a su cuarto y se lo dió a la niñera para que lo durmiera 

El furioso Ceo se apresuró a ducharse y vestirse casual en un pantalón negro de vestir, una camisa de manga larga gris, zapatos negros, y en su muñeca un costoso reloj por supuesto Camill llegaba al bar dónde Linda y un par de amigas de ella la esperaban, de inmediato le sirvieron una bebida, vodka con jugo de arándanos, hacía tiempo que no salía a divertirse a un antro, el ambiente estaba buenísimo, Camill no era muy tolerante al alcohol, la primer bebida se la tomó casi de inmediato, la segunda bebida le tomó algunos diez minutos, a la tercer bebida ya estaba en la pista con su amiga linda dándolo todo 

Cristóbal iba llegando al antro en su búsqueda por qué por supuesto que sabía dónde estaba, el chip que había ordenado instalar en cada una de sus bolsas de mano para seguridad de su bella esposa le había dado buenos resultados 

de su esposo, el parto del bebé Cristóbal, la cortada en el nudillo de su dedo, ya solo faltaba que le cayera un rayo Cristóbal ya estaba instalado en una mesa en la segunda planta, estaba bastante lleno, no tardó mucho en dar con la dueña de sus pesadillas, allí estaba bailando con su amiga, el

recordar todo lo que había vivido en tan poco tiempo bebió más para olvidarse, pero lo que más quería olvidar era ese beso que la m*****a zorra de Mónica le plantó a

Cristóbal no tardaron en llegarle mujeres hermosas a coquetearle, el hombre ni siquiera las miraba, estaba concentrado en los sensuales movimientos del cuerpo de su mujer, sus guardaespaldas entendieron la postura de su

encantada, pero Camill no sabía que hacer, ella no podía estar bailando con un extraño verdad? por qué no se sentía correcto? solo era un poco de

presa, los celos le recorrieron el cuerpo entero, quiso saltar a la pista desde dónde estaba, ese hombre no podía, no tenía permitido bailar con su esposa, el hombre era rubio, ojos azules y vestía estilo rockero, se veía muy sexy en realidad, cuando se acercó a Camill a preguntarle el nombre fue el colapso

rubio tampoco estaba en la pista siguió a Camill

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