El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 136

Cien millones de dolares

Silvia al volver a México después de que su tío le dejara de enviar la mensualidad que le mandaba a los Estados Unidos, era para utilizar a su hijo Alejandro para llegar al Ceo Rodrigo Mendoza y lograr convertirse en su esposa, pero su carácter superficial, tóxico y el ser una pésima madre no le ayudó para nada, el Ceo siendo tan inteligente como era, pudo ver a la mujer tal cuál era, si ella ya no lograría su objetivo aquí, era hora de tomar una decisión de escape

Rodrigo cómo puedes ser tan cruel? por qué me quieres separara de mi hijo? él es muy pequeño aún, Alejandrito necesita de su madre! alegaba la desesperada mujer al ver qué lo estaba perdiendo de nuevo y presentía que está vez sería para siempre, Rodrigo, estás muy molesto ahora y no estás pensando con la cabeza, iré a ver a Alejandrito y más tarde cuándo estés más calmado hablamos sí?

yo no tenemos mucho más de que hablar que no sea de la cantidad que quieres por qué te largues de la vida de mi hijo y de la mía! Rodrigo se había transformado en el poderoso Ceo que cerraba contratos multimillonarios, un feroz tiburón que estaba negociando la persona más importante para él,

tienen por instinto! seré generoso, te daré cien millones de dólares para que me cedas todos los derechos de mi hijo! si no aceptas el dinero y te largas, de igual forma te lo voy a

doy una hora para recoger tus cosas y despedirte de nuestro hijo si quieres el cheque con los cien millones de dolares, si te sigues rehusando de todas formas te sacaré de la mansión Mendoza sin el niño y

importara mucho el niño, era que ya no iba a poder seguir utilizándolo para si beneficio, Rodrigo se lo quedaría para siempre, no tenía opción, tendría que aceptar el dinero, ella sabía que con lo poderoso que

de todo, no tendrás un esposo millonario pero tendrás mucho dinero para gastar en lo que desees, darte todos los gustos y caprichos que quieras! dijo Rodrigo sentado cómodamente en su costosa silla mientras sostenía jugando una pluma Está bien Rodrigo, aceptó! pero solo lo hago por qué me estás obligando y por qué se que mi hijo estará bien cuidado y será muy querido por ti Tomaste la mejor decisión Silvia, tu no naciste para ser madre, no te sientas mal de dejarme a nuestro hijo, en ningún lugar será más amado que aquí a mi lado, ve a recoger tus cosas cuando bajes pasas de nuevo al despacho para entregarte el cheque y Silvia, nunca más vuelvas a meterte

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