El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Una promesa de amor

Después de esperar a que los padres de Elisa se descuidaran, por fin pude entrar a verla, ella estaba dormida, su rostro estaba pálido aún, la observé por unos cuantos minutos, no puedo creer que esté esperando un hijo mío, estoy esperando un hijo con la mujer que amo, estoy tan

feliz!

Me acerco a Elisa para tomarla de la mano, ella se despierta lentamente, apenas me enfoca me llama Rodrigo! estás aquí? creí que te habías ido? Me sacaron a la fuerza que es diferente, yo no me habría ido de tu lado por mi gusto, pero dime Elisa, cómo es que estás embarazada y no me lo dijiste? por qué no me dijiste que estabas esperando un hijo mío? por qué es mío, lo sé! yo e sido tu primer hombre, hace un par de meses hicimos el amor, ese es justo el tiempo de tu embarazo! No lo sabía, no me había dado cuenta, comencé a tener malestares pero se los atribuía a otras cosas no a un embarazo, mis padres…mis padres se decepcionarán mucho de mí Por qué? por esperar un hijo de Rodrigo Mendoza? Por qué espero un hijo de mi jefe, eso no es nada apropiado, yo no debí entregarme a ti, yo soy la institutriz de Alejandrito, cómo va a afectar mi embarazo con mi labor? no quiero separarme de mi niño

Eso.. pues dejarás de ser la Institutriz de mi hijo obviamente, nuestra relación laboral deberá terminar! dijo Rodrigo muy serio

Entiendo dijo Elisa un poco triste, Alejandrito deberá cambiar de Institutriz, lo voy a extrañar mucho, dale un beso de mi parte, quiero dormir, estoy muy cansada, Elisa se volteó y le dió la

espalda a Rodrigo

Todavía tenemos que hablar de nuestro hijo Elisa, dijo el Ceo No hay mucho que decir, es mi hijo y se queda conmigo, no es necesario que te hagas responsable yo puedo hacerme cargo de él Rodrigo se molestó, tú y quién? el exnovio ese que se la pasa persiguiendote para conquistarte? sobre mi cadáver! mi hijo crecerá a mi lado, no volverá a pasarme lo mismo qué sucedió cuando Alejandrito nació, su madre lo hizo pasar por muerto durante diez meses, cuándo se le acabó el dinero fue que me buscó, pero mientras tanto el dolor de su perdida me consumía, nunca la voy a poder perdonar por eso!

No…no lo sabía Rodrigo, cómo fue capaz de hacer algo tan cruel?

mujer que amaba y

se presentó embarazada de mi hijo a mi boda, Camill por supuesto me mandó a la chingada, lo peor es que no fui capaz de cumplir la promesa que le hice a Silvia de casarme con ella, no la amaba,

muerto!

secretos, cómo pudiste hacer algo como eso Rodrigo? no solo engañaste

de duras experiencias que había estado equivocado, ya no soy más ese joven que no pensaba en las consecuencias de sus actos, recuperé a mi hijo y me e dedicado

me secuestró Antonio para ti,

sobrino deseé que ese amor de lo dieras a mi hijo, a

me metiste en lo más profundo del corazón Elisa pero eso no es lo peor de amarte, te llevo en la sangre y yo soy muy celoso y posesivo

con tus padres Y… José Luis? podrá seguir siendo mi amigo? En tus sueños mujer! a ese lo quiero a metros de distancia de ti, o no me culpes por ponerme loco y que arme una guerra por qué de tu lado no pienso moverme! Elisa sonrió al escuchar las ideas alocadas del poderoso Ceo, no cabe duda que esos imponentes hombres que lo tienen todo y que están acostumbrados a controlar todo lo que les rodea tenían una manera peculiar de pensar y de vivir Elisa Médina! escuchar a Rodrigo llamarla sacó de sus pensamientos a la bella rubia de hermosos ojos azules, Rodrigo sacó de su pantalón un costoso anillo į Me harías el honor de ser mi amada esposa? Elisa comenzó a llorar, de alegría de felicidad y por las hormonas que

yo te mi hermosa rubia, te amo con todo mi corazón a ti y a nuestros hijos por qué, si aceptarás a Alejandrito como tú hijo

adoración, no lo lleve

Ceo Rodrigo no pudo evitar derramar un par de lágrimas, había encontrado el amor verdadero y una amorosa madre para su querido hijo, que más le podía pedir a la vida después de haberse equivocado tanto, me haces

día de mi vida! mi amado Rodrigo, Elisa miraba

el vientre dónde se gestaba el fruto de ese amor callado