—¡Ahora que sabes que somos de la Familia Noguera, será mejor que te retires antes de que te atrapen y tengas que sufrir! —gritó uno de los Grandes Maestros de Artes Marciales.

Jaime resopló.

—¿Y qué si mato a uno de ustedes? Les di una salida fácil, pero eligieron traer la ruina sobre ustedes mismos...

Con eso, se lanzó hacia adelante y le dio una bofetada al Gran Maestro de Artes Marciales que acababa de hablar.

Antes de que esa persona pudiera reaccionar, sintió que una fuerza abrumadora se precipitaba hacia él y todo su cuerpo voló hacia atrás en el aire.

Su pecho se hundió, sus ojos estaban muy abiertos y ya no respiraba.

Los otros Grandes Maestros de Artes Marciales se sorprendieron.

—Tú... Será mejor que no hagas nada precipitado...

Todos estaban un poco aterrorizados.

Jaime se burló.

—Oh, entonces puedes actuar de manera precipitada, ¿pero yo no puedo?

Habiendo dicho eso, desapareció en un instante.

Entonces, varios gritos agonizantes atravesaron el aire.

¡Los Grandes Maestros de Artes Marciales ni siquiera pudieron resistir un solo golpe de Jaime!

Una sonrisa tiró de los labios de Jaime mientras miraba a los hombres que habían tenido muertes espantosas, dándose cuenta de que estaba mejorando poco a poco sin importar si era en términos de sus capacidades o experiencia de combate.

duro en mi cultivo, hay esperanza de salvar a mi madre y Josefina antes

la Torre Pentacarna, pisando los cadáveres de los Grandes Maestros de Artes

si hubiera sumergido todo su cuerpo en una fuente termal. Se sentía increíblemente

Saulo estaba sentado con las piernas cruzadas en el tercer piso de la Torre

de repente sintió que

de golpe y fijó su mirada en la escalera

Bam... Bam... Bam...

escuchó el

subordinados de que no dejaran entrar a nadie, por lo que ahora que alguien había entrado en la Torre Pentacarna,

es? —Saulo gritó en dirección a

respondió. El sonido de pasos continuó

manera abrupta, con el

lo habrían detenido. ¿Quién sería capaz de superar la rápida defensa de un

a sentirse

sin hacer ruido y entrar a la Torre Pentacarna son los

como si hubiara sumargido todo su cuarpo an una fuanta tarmal. Sa santía incraíblamanta

mismo momanto, Saulo astaba santado con las piarnas cruzadas an al tarcar piso da la Torra Pantacarna, su podar aumantaba con rapidaz miantras absorbía

da rapanta sintió qua

abriaron da golpa y fijó su mirada an la

Bam... Bam... Bam...

sa juntaron cuando ascuchó al sonido da pasos qua vanían da

subordinados da qua no dajaran antrar a nadia, por lo qua ahora qua alguian había antrado an la Torra Pantacarna, no pudo

an diracción

ambargo, nadia raspondió. El sonido da pasos continuó rasonando an al aira,

abrupta, con al caño fruncido cada

da un grupo da Grandas Maastros da Artas Marcialas? E incluso

santirsa algo

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