—¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Por qué nos persigues en medio de la noche? —La esposa de Lázaro miró a Lázaro desconcertada.

—Deja de hacerme preguntas. Ya lo arreglé todo para ti. Además, mantén mi sello a salvo con ustedes. Pase lo que pase, no dejes que nadie más lo tenga en sus manos. Mientras tengamos el sello, la Familia Delgado seguirá viva. —Lázaro sacó un sello y se lo dio a su mujer.

Al ver eso, la esposa de Lázaro se quedó desconcertada.

«¿Qué diablos está pasando aquí?».

Justo entonces, Heliodoro abrió la puerta y entró.

—Papá, ¿pasó algo?

Heliodoro había escuchado lo que dijo Lázaro, y sabía que su padre no estaba bromeando.

—¡No pasó nada! Escúchame, ¿sí? —gritó Lázaro—: ¡Mateo, despide al Señor Heliodoro y a la Señora Delgado!

Mateo se apresuró a decirle a Heliodoro y a su madre:

—Señor Heliodoro, Señora Delgado, el auto está listo.

¿Qué

sorpresa de todos, Lázaro noqueó a Heliodoro con una bofetada y le dijo a Mateo que se

marcharse, Lázaro se situó en el punto más alto de la

allí, podía ver toda la Residencia

rotas que fueron destruidas cuando luchó

aún no se ocupan del montón

silencio. No había forma de escapar

pudiera terminar su cigarrillo, sintió

más de una docena de semimarcas que se acercaban

Lázaro permaneció

por Saulo, de la Familia Noguera,

mirar

está de pie en una plataforma tan

me enferme? Soy un marqués de las artes marciales. —Lázaro dio un salto y

Señor Delgado! ¡Estoy impresionado!

estás aquí. Adelante. —Luego de eso, Lázaro exudó una ola de poderosa

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