Entonces, Lázaro prosiguió a hacer un pequeño gesto con la cabeza al mirar a Saulo, solemne; al advertir la curiosa escena que se suscitaba frente a sus ojos, Jaime no pudo evitar meditar, desconcertado:

«La Familia Delgado posee una posición de mayor privilegio que la Familia Noguera; además, al ser mayor, es evidente que es mucho más poderoso, así que no logro comprender por qué Lázaro se comporta de manera tan sumisa con Saulo».

El hombre parecía absorto en sus pensamientos, por lo que no pudo evitar sobresaltarse al escuchar la voz de Saulo al ordenar en tono severo:

—Deberás eliminar a Jaime, sin dañar sus pertenencias, pues deseo apoderarme de los objetos mágicos en su posesión. —Al terminar de emitir esas palabras, no pudo evitar sentir el corazón acelerársele al notar que el hombre a su lado permanecía inmóvil, por lo que se apresuró a continuar, con voz llena de desdén—: Recuerda que no puedes desobedecer mis órdenes.

Ante esas severas palabras, Lázaro comenzó a sentir que la furia le invadía el cuerpo; sin embargo, sabía que no podría hacer nada al respecto, pues entre los prisioneros de Saulo, se encontraba Heliodoro, cuya vida corría peligro en el calabozo de la Residencia Noguera. Tras una breve pausa, dejó escapar un enorme suspiro, resignado, al tiempo que su rostro se llenaba de preocupación al mirar a Jaime; casi de inmediato, tras mirar el confuso semblante del joven, sentenció, casi en un susurro:

poder su aura; al

perfección que no podré resistir ni un poco

de su fatídico destino; de la misma manera, Lázaro no pudo

de Jaime, jamás podrá

absorto en sus pensamientos, por lo que no pudo

—¡Acábalo, ahora!

al joven en ese instante; sin embargo, mientras Jaime se preparaba, sintió un inesperado brote de Energía Marcial de niveles inimaginables. Tras abrir los ojos, advirtió a

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255