El despertar del Dragón

Mirando directo a Saulo, Jaime se lanzó de nuevo hacia él, cuyo puño negro y dorado se balanceó en respuesta.

¡Pum!

El almacén explotó tras una explosión ensordecedora, y la fuerza llegó a derribar la mansión en la distancia. El polvo y los escombros que se levantaron a continuación ocultaron a los combatientes.

La expresión de Jaime era demasiado oscura mientras su brazo temblaba un poco.

Saulo sólo era un semimarqués de las artes marciales, por lo que no podía poseer esa clase de poder, y mucho menos ser capaz de bloquear el golpe de gracia de Jaime. Sin embargo, Saulo no sólo había aguantado, sino que el brazo de Jaime había soportado un tremendo retroceso.

«Este no es Saulo».

A pesar de la afirmación de Jaime para sí mismo, se dio cuenta de lo ridículo de la sugerencia. ¿Quién podía ser si no Saulo?

Los combatientes se quedaron a tres metros de distancia y se miraron inmóviles mientras el polvo se asentaba. El golpe había destruido todo a su alrededor.

de las artes marciales —le dijo Jaime a Saulo—, y sin embargo te has vuelto tan poderoso de repente.

Saulo el que está delante de mí, debe haber utilizado la magia para aumentar

incumbencia. Todo lo que necesitas saber es que tu muerte

aumentar de forma aterradora. El

quién es el que va a

su cuerpo se convertía en un rayo de luz dorada. Un puño dorado del tamaño

aire. El propio tejido del espacio estaba a punto de ser desgarrado por el puño de Jaime mientras la aterradora

de Jaime parecía estar sujetando el sol cegador. Las ondas abrasadoras se extendieron y envolvieron a

de poder antes de

¡Boom!

empezó a temblar. Sin embargo, esta vez Jaime y Saulo no se movieron. La igualdad de sus habilidades hacía difícil predecir el resultado de

incluso el de su padre. ¿Cómo podía crecer el

Jaime no podía comprenderlo.

Saulo estaba igual de asombrado por las