El despertar del Dragón

Las palabras del señor Salazar tomaron a Jaime por sorpresa. Éste se sintió como si lo hubieran engañado.

—¿Crees que ibas a estar protegido toda tu vida? —continuó el señor Salazar mientras miraba la expresión de Jaime.

Jaime negó de inmediato con la cabeza.

—Aunque no soy lo suficientemente poderoso como para desafiar a todo el mundo de las artes marciales de Ciudad de Jade, no les será fácil matarme.

Jaime mantuvo la calma. Confiaba en escapar, aunque Sion le tendiera una intrincada trampa para capturarlo. Su confianza radicaba en la fe del Necroanillo en su mano.

El señor Salazar se rio. Sin decir nada más, se levantó para marcharse.

A pesar de salir del Departamento de Justicia, Sion y los hombres de la Alianza de Guerreros no se fueron. Sion se precipitó hacia delante cuando vio al señor Salazar salir por las puertas.

—¿Puedo preguntar cómo va a tratar con Jaime, señor Salazar? —preguntó Sion de inmediato.

—Jaime mató a tu gente en la Alianza de Guerreros, así que mátalo tú —dijo el señor Salazar con ligereza—. Ya no me importa la disputa entre ustedes.

Sion se quedó boquiabierto por un instante, pero pronto se emocionó.

que al señor Salazar ya no le importa, Jaime encontrará sin duda su

con frialdad la entrada del Departamento de Justicia después de que

tu muerte, Jaime! —gritó, su

escuchó alto

se volvió hacia Heliodoro, que estaba

todos los de la familia Delgado para escoltar al señor Casas a

los Delgado para

hizo un

Me encargaré de ello por mi cuenta. Sólo me

son formidables luchadores —advirtió Lázaro a Jaime—Los

te preocupes. Sé lo que

de confianza. Con una leve sonrisa,

apresuraron ansiosos tras la estela de Jaime. Teodoro también lo siguió, encabezando una gran multitud de sus seguidores cuyos poderes eran muy inferiores a los de la Alianza de Guerreros. Sólo venían

salió del Departamento

salir —se mofó Sion—. ¡Me pregunto si todavía te atreves

a buscarme si quieres pelear. Muéstrale a todo el mundo cómo la Alianza de Guerreros se ensaña con