El despertar del Dragón

El poderoso puño astral de Jaime se precipitó hacia el cielo. El Puño de Luz Sagrada era un ataque que podía partir incluso el cielo. Ya no era una técnica ordinaria. Era una manifestación de voluntad inquebrantable y espíritu de batalla supremo.

Cuando se combinaban, el poder del ataque era incomparable.

¡Boom!

La explosión fue tan fuerte que sonó como si el cielo se rompiera. La onda expansiva de ese poderoso ataque salpicó al instante en todas las direcciones.

—¡Trae a todos al palacio ahora mismo, Lady Campana! —rugió Jaime.

Sabía que su batalla contra Tobías crearía una gran cantidad de ondas de choque, y temía que esas ondas de choque fueran demasiado para la gente del Palacio Carmesí.

—Jaime, yo... —Mirando con ansiedad a Jaime, Cecilia temía que no fuera capaz de derrotar a Tobías.

Era consciente de lo poderoso que era Tobías.

—¡Vete ahora! Si te quedas aquí, sólo me distraerás. Vete lejos. —La exasperación llenaba sus ojos mientras la miraba.

guio a la gente del Palacio Carmesí de vuelta al edificio. Todos ellos sólo pudieron observar su batalla contra Tobías

que se encontraba Jaime se cubriera de polvo y humo, pareciendo una tormenta de arena.

la batalla entre los dos marqueses de las artes marciales era demasiado

Carmesí. Después de todo, ese lugar no sólo era el trabajo de Cecilia, sino que también era el hogar de los

era destruido, no podría ser reconstruido en

—se burló Tobías antes de seguir a

apareció frente a Jaime. Un aura fría y siniestra emanaba de su

Tobías dio un violento puñetazo a Jaime. Ese puñetazo provocó un trueno y el ambiente

y Cecilia contemplaban la aterradora escena en la montaña, sus puños se apretaron al estar preocupadas por

oro. El poder del Cuerpo de Golem fue llevado a su máxima expresión mientras el Poder de los Dragones continuaba extendiéndose

—¡Puño de Luz Sagrado!

el momento en que dio su puñetazo, una enorme cantidad de energía de

¡Boom!

de ambos combatientes chocó entre sí, se creó un sonido atronador. Toda la montaña empezó a temblar. Las

piernas cruzadas dentro de una cueva de la montaña. Los amuletos estaban colocados por toda la cueva como