El despertar del Dragón

Sin embargo, Diego no dijo nada al respecto. Se limitó a estrechar la mano de Saulo después de recuperar el sentido común.

—Saulo, ¿sabes si Jaime ha vuelto a Ciudad de Jade? —Sion preguntó a Saulo por el paradero de Jaime.

—Jaime está en Ciudad de Jade, pero no hemos descubierto su paradero en estos días. Me pregunto si se habrá escondido en algún sitio —contestó Saulo.

—¡Hmph! ¡Le daría caza esté donde esté! —dijo Sion en tono amenazador después de contemplar su brazo perdido.

Después de un rato, hizo un gesto con la mano y añadió:

—Me gustaría tener una charla con Diego. Ya puedes irte. Te llamaré si necesito algo.

—De acuerdo. —Saulo asintió y salió del vestíbulo.

Cuando Saulo se marchó, Sion se sentó en su asiento y le dijo a Diego:

—Diego, diviértete en Ciudad de Jade durante unos días después de matar a Jaime. Te lo mostraré en persona.

Sin responder a eso, Diego esbozó una leve sonrisa.

—Sion, creo que ya deberías tener una sensación de crisis inminente. Me temo que pronto te abandonarán.

se sobresaltó

¿qué quieres decir? ¿Has notado

con

notado. Sólo quería recordártelo. Bueno, ahora tengo que descansar un poco. Por favor,

no insistir en ello. Preparó una habitación para que Diego descansara y ordenó a

hora de la mañana, Sion se despertó de

vuelto a Ciudad de Jade. Ven aquí y encuentra tu

que gritaba frente a la sede de la Alianza de

se levantaron a toda prisa de

cree Jaime que está haciendo? ¿Cómo se atreve a presentarse en mi

con indiferencia, como

se dirigió a toda velocidad hacia la entrada, seguido

comprobar que el que no

espiritual emanó de

frío pasó por los ojos de

—¡Hmph! Trucos insignificantes.

su despectiva mueca, una luz dorada pasó por sus ojos.

un poco

efecto, es un cultivador

y deseo mientras miraba a Diego. No podía esperar a destripar