El despertar del Dragón

Después de lo que pareció una eternidad, de repente sonaron salpicaduras de agua en la superficie del mar.

A continuación, una luz dorada penetró en la superficie del mar y salió disparada hacia el cielo. Todo el cuerpo de Jaime podía verse emitiendo un brillo dorado por las escamas que envolvían su cuerpo. En ese momento, parecía un dragón dorado que subía al cielo desde el mar.

Vigilante, Jaime miró fijamente al cangrejo gigante que tenía delante. Heliodoro lanzó un suspiro de alivio al ver que aquél seguía vivo.

Por sorpresa, Edgar también se sintió aliviado cuando se dio cuenta de que Jaime había engañado a la muerte. En el fondo, esperaba que éste no fuera asesinado por el cangrejo gigante, ya que había jurado acabar con él por sí mismo.

Al ver que Jaime salía disparado hacia el cielo, el cangrejo gigante pretendía volver a golpearlo con sus gigantescas pinzas.

En un abrir y cerrar de ojos, sus pinzas gigantes estaban a escasos centímetros de Jaime.

Jaime rugió y la luz dorada de su cuerpo brilló. No esquivó, sino que liberó el Poder de los Dragones de todo su cuerpo y lanzó un poderoso puñetazo al cangrejo gigante.

Todos se quedaron estupefactos al ver que Jaime tenía las agallas para luchar de frente con el cangrejo gigante.

ventana de la habitación, con

que su Cuerpo de Golem no es rival para todos los cuerpos de las bestias que son duros como el

sonido desgarrador. En el siguiente

puño chocó con la gran pinza del cangrejo gigante sin apenas dejar espacio

cangrejo gigante, su cuerpo contrastaba con su tamaño. En ese

pinza del cangrejo gigante en el aire. Cayó al mar, haciendo que el agua

encontraría su trágico destino en cualquier

—Jaime…

cayó al mar. Sacó su arma al instante y estaba a punto de cargar contra el cangrejo gigante para vengar a Jaime cuando vislumbró algo que brillaba justo debajo del

cangrejo gigante, que inicialmente flotaba sobre el mar, se hundió de repente en el agua del mar como si algo

la superficie del mar. Jaime parecía estar en una intensa batalla con

batalla entre el dúo bajo la superficie se detuvo, y la superficie del mar volvió a quedarse quieta poco a poco. Sin embargo, tanto Jaime como el cangrejo gigante no aparecían por ninguna parte. Los demás tampoco vieron ningún

en la superficie del mar. Al momento siguiente, Jaime salió de debajo del mar y salió disparado hacia el aire,